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| Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema (Winston Churchill) |
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| EL APUNTE |
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| Tristes luces navideñas |
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de ALEX SALMON
Hoy es el último día laborable de las fiestas. La normalidad está cerca. Aunque paseándose por Barcelona nadie diría que la excepción navideña está presente. Hacía mucho tiempo que la ciudad no pasaba con tanta desgana estas fechas, como si a alguien le supiera mal la alegría navideña. El Ayuntamiento más importante de Cataluña se ha olvidado de adornar algo sus calles, que no es sólo muestra de gasto municipal o contaminación lumínica, sino de inversión de imagen. París en Navidad es una gozada, con una decoración muy cuidada. Madrid, ya nos supera hasta en modernidad. Letras, cubos, puede que con exceso de laicismo, pero Madrid tiene más hilaridad navideña. ¿Dónde está la brillantez barcelonesa? ¿Dónde está nuestro disseny, o como llaman los de fuera, nuestro diseni? Entre la alegría del president Montilla y el frialdad de Jordi Portabella, el responsable de estas cosas en Barcelona, nadie morirá ni de risa ni de belleza nunca más en esta ciudad. La impresión que se llevan los turistas que caminan el centro es muy patética. La Sagrada Famìlia y La Pedrera nos salvan de esta pobreza visual y de luz.
alex.salmon@elmundo.es
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