Viernes, 5 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6228.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema (Winston Churchill)
 COMUNICACION
EL VOYEUR
El arte de pedir perdón
CARLOS BOYERO

Siempre he creído que el acto de tutearse implica conocimiento personalizado, familiaridad, colegueo, confianza, esas cosas. Por ello, me llevo una sorpresa al constatar que Eduardo Zaplana y Pedro J. Ramírez se llaman de usted en 59 segundos. Lo cual me obliga a replantearme el enigmático significado de aquella sentencia de Leonard Cohen: «Antes de aprender magia, la gente debería de practicar la etiqueta». También escucho el reproche de Pedro J. a la actitud de Zapatero, a raíz del bombazo, de no haber reconocido en público que se había equivocado y, consecuentemente, pedir perdón. Añade que es algo que en el periodismo se hace continuamente, sin que nadie se rasgue las vestiduras. No aclara si eso ocurre con las equivocaciones triviales o con las trascendentes. Lamento no poder compartir su certidumbre, a través de mi pobre experiencia, respecto a la vocación de honesta transparencia y de expiación pública que caracteriza al periodismo errado.

Publicidad
Sin embargo, me solidarizo absolutamente con el apesadumbrado José María Calleja (y aseguro que es inexistente la simpatía entre nosotros), alguien que sabe por intolerable experiencia propia lo que es tener a la bestia etarra en el cogote, cuando en medio de un debate tan cansino como previsible sobre si el bueno y el malo de la historia es el PP o el PSOE, le recuerda a Zaplana que el único nombre del asesino y del enemigo común es ETA y que el resto es politiqueo bastardo.

Si ver la tele casi siempre me resulta un ejercicio fatigoso o hastiado, leer periódicos, esos supuestos templos de la información veraz y la narración objetiva de la realidad, hace demasiado tiempo que me provoca sensaciones parecidas. La radio sólo la escucho en los taxis, aunque tengo que soportar el añadido de que el conductor, que casi siempre es un salvador de la patria, me traduzca con pasión los mensajes que transmiten las doctas opiniones de los tertulianos, todos ellos empeñados en conocer la identidad terrenal, humana, ideológica, sentimental y política de Satanás y la exacta metodología para devolverlo violentamente al infierno, su espacio natural.

No han descubierto esos concienciados taxistas el maravilloso sonido del silencio, o la responsabilidad profesional de no romperlo dándole la impune brasa nacionalsocialista y su arrebatadora visión de las personas y de las cosas al sufrido viajero, ese ser indefenso que sólo pretende llegar a su destino y pagar lo que marque la carrera, sin necesidad de comunicarse con extraños, sin que le importen un huevo las doctas soluciones del conductor para arreglar definitivamente España. Tampoco tengo internet y soy tan antiguo que identifico lo de navegar con ir en barco. Lo tengo crudo para seguir las noticias del mundo. No lo lamento. Sólo tengo que recordar la personalidad de la mayoría de los transmisores.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad