|
![](http://estaticos03.cache.el-mundo.net/papel/imagenes/v2.0/pix.gif) |
Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema (Winston Churchill) |
![](http://estaticos01.cache.el-mundo.net/papel/imagenes/v2.0/pix.gif) |
|
Italianos con y... ¡sin! control |
![](http://estaticos02.cache.el-mundo.net/papel/imagenes/v2.0/pix.gif) |
VICENTE SALANER
En la cancha hemos tenido desde Sandro Riminucci a Andrea Bargnani, pasando por Dino Meneghin; en el banquillo, de Cesare Rubini a Sergio Scariolo, pasando por Sandro Gamba. Las aportaciones italianas al gran baloncesto internacional han sido numerosas, constantes y de primer orden. Más aún si les añadimos la otra influencia: la de la diáspora italiana, y en particular la de los italonorteamericanos.
Angelo 'Hank' Luisetti inventó, a finales de los años 30, el tiro de media distancia con una sola mano, sustituyendo al tiro de pecho con dos manos. Fue quizá la innovación técnica más importante de todos los tiempos, porque de ese tiro nació pronto la suspensión, que cambió todas las tácticas ofensivas y defensivas de este deporte. Como los italianos -al menos, los emigrantes sureños de hace un siglo- solían ser bajitos, y aunque han salido buenos jugadores como Al Cervi o Ernie DiGregorio, sus hijos destacaron ante todo como entrenadores y la pléyade es espectacular, encabezada por el gran patriarca Lou Carnesecca. Miren qué lista: Rick Pitino, Jim Valvano, Rollie Massimino, P.J. Carlesimo (y su padre, Pete), Tom Izzo, Geno Auriemma, John Calipari. Y, en la NBA, también han sido legión, de Jerry Colangelo a Dick Vitale, incluidos -ahí queríamos llegar- Mike D'Antoni y Mike Fratello.
Viene esto a cuento porque los excelentes técnicos italianos e italoamericanos han tenido mucho que ver, desde los últimos años 80, con una tendencia que parecía imparable en este deporte: el baloncesto-control, rebautizado tostón-bol por nuestro compañero (y sin embargo amigo) Martín Tello. Un juego hipercontrolado, metódico, de pizarra, en el que a cada ataque el base del equipo se acerca al banquillo a que le digan el movimiento a realizar.
Por fortuna, hoy la rebelión del verdadero baloncesto, rápido y con lugar para la improvisación, se va afianzando a partir de la apuesta que parecía suicida de, precisamente, uno de estos italoamericanos (formado, además, como técnico en Italia): D'Antoni, que ha llevado a los Phoenix Suns al éxito.
Pues bien, hoy nuestro Pau Gasol, que ha sufrido las tácticas de uno de los mayores control freaks de todos, el incorregible Fratello, acaba de descubrir con alegría un inesperado seguidor de D'Antoni, ¡también italoamericano! Tony Barone ha salido de la controlada sombra de Fratello -como salía Joan Plaza de la de Boza Maljkovic...- y ha ordenado a los deprimidísimos Grizzlies: «¡A correr, y no me preguntéis las jugadas!». Mano de santo, oigan.
¡Bendito sea Barone! Como D'Antoni, como Plaza, como todos los que están devolviendo la alegría a este deporte (y a Pau...). Seguro que Jorge Garbajosa y José M. Calderón desearán que se confirme la esbozada revolución italiana de Toronto. ¿Con Marc Iavaroni de entrenador? Italoamericano... de los que corren.
|
![](http://estaticos03.cache.el-mundo.net/papel/imagenes/v2.0/pix.gif) |
![](http://estaticos01.cache.el-mundo.net/papel/imagenes/v2.0/pix.gif) |
|
|
|
![](http://estaticos02.cache.el-mundo.net/papel/imagenes/v2.0/pix.gif) |
|
|