«Tenemos un objetivo y un propósito: sumar más puntos que el otro equipo al final del partido». Así de simple explica Gasol el secreto de los nuevos Grizzlies. El conjunt menos productivo de la NBA fue capaz ayer de lograr la mayor anotación (sin prórrogas) en lo que va de Liga. Hasta los 144 puntos llegaron en 48 minutos, récord histórico de la franquicia, logrado sin pócimas milagrosas.

Contraataques y tiros rápidos son sus elecciones estratégicas. No hay sistemas complejos, ni botes innecesarios, ni pases de más. Apegados a las raíces y a la mejor tradición del baloncesto, un equipo de «frustrados», según calificativo del mandamás del club, Jerry West, se emplea ahora como una pandilla de chavales sin ataduras. Valga el ejemplo de Mike Miller, que suma 23 triples en tres partidos, con un 67% de acierto. Ante los Warriors (148-135) en la noche de los récords, consiguió nueve, también cifra histórica para los Grizzlies, refundados en apenas tres partidos.

Desde la llegada de Tony Barone, entrenador de 60 años, sin experiencia como primer técnico en la NBA, en Memphis rige otra ley, la de la alegría. Ya dijo Jerry West: «Con Tony vamos a asistir a un juego muy feliz. Y la gente feliz vence más partidos».

Dos victorias en tres oportunidades avalan a un tipo sin deseo de perpetuarse. Insiste en que se marchará al final de curso, aunque dejará como rastro su particular filosofía. Prohíbe a los jugadores mirar al banquillo para preguntar qué sistema conviene a cada momento. «No tengo esa respuesta». Y castiga, sin embargo, la timidez. «Si usted no prueba un tiro, es su error. Hemos renunciado a demasiados lanzamientos, y ya no vamos a repetir estas situaciones. Si el jugador no quiere tirar, puede sentarse en el banquillo, en un buen asiento y hacerlo a mi lado».

Así, busca recuperar la autoestima de cada pieza. Cuando le preguntaron sobre la situación del prometedor novato Rudy Gay, comentó: «Va a jugar minutos. No quiero que mire al banquillo porque está cansado; entonces no le saco. No se va a morir, sería el primer jugador en morir en la pista porque está cansado. Tendrá minutos, y sumará muchos puntos». En la madrugada del miércoles, alcanzó un total de 22, su segundo mejor registro como profesional.

Hay un evidente cambio de actitud y tendencia. «Ahora tenemos una mentalidad ganadora y de lucha», comenta Gasol, plenamente recuperado, con una aportación equivalente a la anterior a su lesión y, como siempre, inteligente en el análisis de la situación. El español es una estrella a la que jamás le importó sacrificar su papel sobresaliente en beneficio del colectivo. En la última victoria, sólo fue el tercer anotador del conjunto (24 puntos), pero aportó 13 rebotes, cuatro tapones y dos asistencias en 35 minutos de esfuerzo. «Las victorias han comenzado a llegar», se felicitaba el pívot, cuyo futuro se aventura fuera de Memphis, aunque mientras tanto, mejor pasarlo bonito.

«El que más me preocupa es Sergio Rodríguez», comentaba el seleccionador, Pepu Hernández, que telefoneó varias veces al base al comienzo de temporada. El joven necesita menos protección ahora que juega. Ha participado en 23 de los últimos 26 encuentros y promedia 10 minutos, tres asistencias y 2,4 puntos. Nada que ver con los inicios: en las primeras siete citas sólo dispuso de una oportunidad, de dos minutos. Al otro español debutante en la NBA le fue mejor desde el principio. Garbajosa ha sido titular en 23 de sus 30 actuaciones y acumula premios. El martes se le elegía como como mejor rookie de diciembre y anteayer la revista italiana 'Superbasket' le premiaba como Míster Europa 2006, uniendo su nombre a los de Dalipagic, Kikanovic, Sabonis, Petrovic... Su compañero Calderón, pese a contar con menos minutos que el pasado año, anota más. Ha sido titular los dos últimos días, ausente TJ Ford.