Los familiares del fallecido recibieron muestras de condolencia y expresiones de solidaridad desde todos los puntos de la geografía española.

Los Reyes y los Príncipes enviaron a la familia telegramas de pésame. En señal de duelo, las banderas de todos los ayuntamientos y edificios estatales ondearon a media asta.

Un centenar de personas se concentró ante el Ayuntamiento de Madrid para guardar cinco minutos de silencio. En Valencia, donde residía Palate, la Generalitat decretó dos días de luto oficial y hubo también un minuto de silencio, presidido por el presidente Francisco Camps.

Las concentraciones convocadas por las instituciones vascas fueron respaldadas por unos cientos de personas, entre las que destacaban representantes de todas las formaciones políticas, a excepción de la izquierda abertzale. Con una escasa participación, la imagen distaba mucho de las multitudes que, tiempo atrás, condenaban la violencia de ETA, informa Elena P. Iriarte.

En Vitoria, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, presidió una concentración en la que unos 200 funcionarios guardaron 15 minutos de silencio. La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, destacó la necesidad de trabajar «con más firmeza que nunca para conseguir un futuro de paz y libertad». Mientras, un centenar de vitorianos acudió a la llamada de la Asociación de Municipios Vascos Eudel, al frente de la cual estuvieron el delegado de Gobierno, Paulino Luesma, y el alcalde, Alfonso Alonso.

También el Parlamento vasco convocó una protesta que apenas logró reunir a una decena de personas. Por otro lado, se guardaron minutos de silencio en el Ayuntamiento de Bilbao, en el Palacio foral de Vizcaya, en el Palacio de Justicia bilbaíno y ante la sede del PNV.

En San Sebastián se celebraron concentraciones ante el Ayuntamiento y la Diputación.

Unas 200 personas acudieron a la plaza consistorial de Pamplona para pedir Por la libertad. ETA no.