ORLANDO LIZAMA. Efe / EL MUNDO
WASHINGTON.-
La salida del criticado director de Inteligencia Nacional de EEUU, John Negroponte, ha dejado un vacío difícil de llenar para el Gobierno del presidente George Bush, inmerso en la búsqueda de una nueva estrategia para Irak.
Negroponte, un diplomático de carrera de 67 años que fue embajador en este país en 2004, ocupará el cargo de subsecretario de Estado responsable ante la actual jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleezza Rice, informaron fuentes oficiales, agregando que no está claro cuándo dejará sus funciones.
El almirante retirado Mike McConnell, un ex director de la Agencia de Seguridad Nacional entre 1992 y 1996, será su sucesor, anunciaron fuentes oficiales.
El cargo de subsecretario de Estado fue ocupado hasta junio del año pasado por el ex director de la Oficina de Comercio Exterior de EEUU, Robert Zoellick, quien renunció para trabajar en el sector privado. Desde entonces quedó vacante.
Negroponte se convirtió en el primer director de Inteligencia Nacional en 2005 para tomar bajo su control todos los organismos de espionaje. El Congreso creó el cargo acatando una recomendación formulada por una comisión independiente que investigó el 11-S.
En los últimos meses, tanto demócratas como republicanos convirtieron a Negroponte en blanco de sus críticas al acusarlo de fracasar en sus esfuerzos de integrar las funciones de la CIA, el FBI y la Agencia de Seguridad Nacional.
Por otro lado, el portavoz de la Casa Blanca Tony Snow comunicó ayer la dimisión de la consejera Harriet Miers, una de las más fieles colaboradoras de Bush. En 2005, el presidente intentó nombrarla juez del Tribunal Supremo, pero luego se vio obligado a retirar su candidatura tras la presión de los republicanos.
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