Moreno, que tenía entonces 23 años, falleció dos meses después de montarse en la atracción de Indiana Jones durante su luna de miel. La joven sufrió un aneurisma cerebral como consecuencia del «ajetreo violento y el estrés» al que fue sometida durante la actuación del ingenio mecánico.

El montante final del acuerdo no ha trascendido, pero se sabía que los abogados de la familia Moreno exigían una compensación de más de un millón de dólares a Disney en concepto de daños y perjuicios.

Con este trato, la compañía da por zanjado un proceso que debía ser resuelto hoy mismo por un juzgado de Los Angeles. De hecho, en un comunicado, apuntaban que «la seguridad ha sido siempre y continúa siendo nuestra prioridad».