LL. RAMIS
BARCELONA.-
Pongámonos por un momento en la piel de Voltaire. Tenemos 84 años y decidimos volver a París tras tres décadas de exilio. Antes de morir, queremos descubrir de qué modo pasaremos a la eternidad.
El valenciano Martí Domínguez (1966) parte de este planteamiento ambicioso para indagar sobre El retorn de Voltaire, novela con la que ha ganado el XXXIX Premi Josep Pla de prosa en lengua catalana. Pero, aunque tanto la biografía del protagonista como la ambientación de la época beben de datos reales, la historia que se relata es ficticia. O tal vez mejor: reflexiva.
En la novela de Domínguez, el escritor francés vuelve a su ciudad aprovechando el estreno de su tragedia Irène. Su objetivo es hacer una confesión que le desvelará cómo será reconocido tras su muerte. Voltaire quiere saber si reposará en tierra cristiana o si, por el contrario, será identificado como el gran patriarca de los filósofos.
Martí Domínguez, doctor en biología, ya se ha metido alguna vez en la piel de un clásico. De hecho, con El secret de Goethe ganó el premio Prudenci Bertrana en 1999. Además, su primera novela, Les confessions del comte de Buffon, mereció los premios Andròmina y Creixells. Actualmente, imparte clases en la Universitat de Valencia y es columnista del semanario El Temps, así como de los diarios La Vanguardia y El País.
El autor se confesó «seguidor» de Josep Pla... «y también de Joan Fuster, que siempre dijo que eran necesarios más voltaires: un voltaire islámico, un voltaire marxista, un voltaire yanqui...». Domínguez también manifestó que su novela es parte de la «lucha por la tolerancia» en la que se ha empleado durante toda su carrera literaria y profesional.
|