Si hace apenas tres semanas el 26% de los españoles creía que la banda se encontraba más fuerte desde que el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó a La Moncloa, el porcentaje de desencantados se ha elevado ahora hasta el 40%.

La encuesta realizada por Sigma Dos para El MUNDO revela además un dato significativo en relación a esta pregunta. Y es que entre los votantes del PSOE se registra similar incremento de los que opinan que el presidente ha fortalecido a ETA. Si en diciembre era el 14%, actualmente 23 de cada 100 seguidores de la formación del Gobierno tiene esta percepción.

En línea con las consideraciones de los líderes del PP, los ciudadanos que votan a este partido son los que más reprochan a Zapatero la actual situación de fuerza de ETA. En este caso, el 65% tiene esta opinión.

El atentado en Barajas ha tenido en este sector de la población un impacto más grande que entre la generalidad de los ciudadanos, ya que, antes del 30 de diciembre, el porcentaje de seguidores populares que veían más fuerza en ETA que antes de la llegada del líder socialista a La Moncloa era del 43%.

Esta consideración aumenta según se avanza en el segmento de edad consultado. Así, se eleva al 45% entre los mayores de 45 años (y al 48% en los mayores de 65 años). Por contra, desciende al 33% de los españoles de entre 30 y 44 años de edad.

El atentado de la banda terrorista en el aeropuerto madrileño ha tenido también su reflejo en la disposición de los ciudadanos a permitir que la formación ilegalizada Batasuna vuelva a la vida política de pleno derecho, es decir, concurriendo a las próximas elecciones municipales. Un 82% de los encuestados dice no a esta posibilidad.

El porcentaje es 12 puntos superior al que se registraba hace tres semanas, cuando el denominado proceso de paz estaba aún en pie. Es significativo que quienes sí estaban entonces dispuestos a asumir la vuelta de la izquierda abertzale a las instituciones son los mismos que ahora, un 12,6% de los ciudadanos. La diferencia hay que buscarla en los indecisos. Los 12 puntos de incremento entre los que rechazan la concurrencia de Batasuna a las elecciones son parte de quienes hace tres semanas no sabían qué opinar.

La negativa a realizar cualquier concesión a Batasuna aumenta en otra de las preguntas formuladas. Así, el 84,5% de los ciudadanos manifiesta que no se debería seguir consintiendo a sus líderes desarrollar una actividad política en tanto que Batasuna se trata de una formación ilegal. El porcentaje es incluso superior entre los votantes del PSOE: 88 de cada 100 socialistas opina de esta forma. Menos sorprendente resulta el hecho de que el 93% de los seguidores del PP se incline por esta opción, que también respalda el 52,4% de los votantes de Izquierda Unida.

Mesa de partidos

Los ciudadanos tampoco están a favor de una de las principales reivindicaciones de la izquierda abertzale para mantener su presencia en la resolución del llamado conflicto político. El 70,5% de los encuestados está en contra de que una mesa de partidos en la que participe Batasuna discuta el futuro del País Vasco.

En el caso de los votantes socialistas, el porcentaje desciende ligeramente hasta el 67,5%, mientras que se eleva al 85% cuando son militantes del PP los consultados. De nuevo, son quienes apoyan a la coalición de Gaspar Llamazares los más dispuestos a favorecer a la formación ilegalizada: el 53% avala su presencia en la mesa de partidos, frente al 36,4% que se opone.

El rechazo de esta posibilidad parece radicar, al menos en parte, en la situación de ilegalidad del partido de Arnaldo Otegi. En la encuesta realizada en diciembre eran aún más, el 78%, los ciudadanos que se negaban a que Batasuna participase en una eventual mesa de partidos. La diferencia puede estar en que en aquella ocasión se preguntaba si la formación podría acceder al citado foro antes de legalizarse.