Los responsables del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) cuentan las horas que pasan a la espera de que la cúpula etarra haga público el habitual comunicado en el que reivindican la autoría de sus atentados y ofrecen sus particulares justificaciones al despliegue del terror.
En este caso, el tiempo cuenta, según los expertos, como si fuera oro. Cuanto más tiempo se haga esperar el comunicado «mejor señal será», explica una fuente destacada del CNI quien, sin embargo, temía ayer mismo que la publicación del mensaje etarra sea ya inminente.
De acuerdo con los análisis de los expertos en lucha contra el terrorismo, el hecho de que el comunicado se retrase no hace sino indicar que «hay divisiones en la cúpula etarra en relación con el atentado y sus efectos». En definitiva, que el uso de la violencia no ha sido fruto de un consenso medido y planeado al milímetro.
El retraso indicaría, apunta la misma fuente, que, al menos una parte de ETA «admite haber cometido una grave equivocación» al romper el alto el fuego. Por el contrario, la emisión inmediata de una respuesta habría demostrado, según los especialistas, que la banda tenía una estrategia clara y que su decisión de regresar a la senda violenta estaba acordada sin fisuras.
Fuentes de los servicios de inteligencia admiten que el atentado del pasado día 30 ha sido un «mazazo» para quienes trabajan a diario con el único objetivo de prevenir la acción de los terroristas. Demuestra, dicen, que «nos enfrentamos a un cerebro enfermo», aunque el golpe recibido, según los expertos, es similar a los que se han sucedido a lo largo de los últimos años.
«Ahora», afirman, «tenemos más capacidad de respuesta y reacción y más músculo». De hecho, en el CNI ya se han elaborado múltiples informes anticipando los movimientos de la banda a corto plazo.
Todos estos documentos serán esenciales para que el presidente del Gobierno establezca el hilo conductor de su comparecencia ante el Congreso la próxima semana. En cualquier caso, hasta entonces, en el CNI se especula con jornadas de extrema dureza marcadas por el debate político.
Los servicios de inteligencia, según las fuentes consultadas, creen tener ya las claves esenciales que manejará la banda terrorista en su próximo comunicado.
En el CNI están convencidos de que la cúpula etarra responsabilizará abiertamente al Ejecutivo de la ruptura del alto el fuego permanente. Insistirá en la idea de que el Gobierno ha «incumplido sus compromisos», aunque no explicitará cuáles son los mismos.
Además, en el mensaje se señalará que Zapatero ya había sido advertido reiteradamente a través de los pronunciamientos de la izquierda abertzale de que la cuerda se estaba tensando y de que, si no daba determinados pasos, el proceso avanzaría irremediablemente hacia el fracaso. Será en esta clave en la que ETA interpretará las acciones cada vez más virulentas de la kale borroka, el robo de pistolas en Francia y, finalmente, el atentado de Barajas.