En la iniciativa policial participaron agentes de los Grupos de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (GRECO) de Galicia, Cádiz y Levante, junto con la colaboración de los GEO del Cuerpo Nacional de Policía, la Armada y Vigilancia Aduanera. También colaboraron autoridades policiales de otros países.

Se incautaron de 1.800 kilos de cocaína y se logró abortar la introducción en España de otros 4.000 kilos, según informó ayer la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.

La investigación se inició a mediados del mes de julio del pasado año, al detectarse la existencia en España de una organización dedicada al tráfico marítimo de cocaína por medio de embarcaciones rápidas desde Suramérica, que movía cantidades importantes de dinero y que estaba integrada por un alto número de implicados.

En el transcurso de la investigación, los agentes identificaron al máximo responsable de la organización -Jorge Isaac V. G., colombiano, con numerosos contactos con proveedores de su país- y a la embarcación utilizada para un transporte de 4.000 kilos de cocaína, según informa Efe.

Se trataba del yate de bandera británica Zenith, que fue localizado en el Atlántico, frente a las costas gallegas, y abordado a finales de agosto por una lancha de Vigilancia Aduanera a instancias de la UDYCO y del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO).

El intento de abordaje motivó que la tripulación arrojara por la borda los 4.000 kilos de droga. Al no poder rescatarse ninguno de los fardos, los ocupantes fueron identificados y la embarcación regresó a las costas de Marruecos, donde permaneció unos meses.

En septiembre y octubre aparecieron 42 de los fardos en las costas de Galicia y Portugal.

A finales de octubre de 2006, los agentes sospecharon que se iba a proceder a una nueva operación de transporte de cocaína con el yate Zenith y, en los preparativos, se identificó a otros importantes y conocidos narcotraficantes de la zona de la Ría de Arosa, entre ellos a José Benito C. P., componente del clan de los Charlines, uno de los detenidos en Sevilla.

En diciembre, el Zenith salió del puerto de Casablanca para encontrarse en el Atlántico con otra embarcación que había partido de Suramérica y cargó 3.000 kilos de cocaína que después transbordó a una segunda nave, en una operación en la que estaba implicado un grupo marroquí especializado en hacer este tipo de transportes mediante lanchas rápidas, que circulan frecuentemente en las rutas del hachís.

El 30 de diciembre se localizó la embarcación y se inició una persecución aérea. No se pudo interceptar la barca, pero sí se identificaron a los tripulantes, que arrojaron la droga al mar. La escena fue grabada desde un helicóptero. Se recuperaron 60 fardos, con un peso aproximado de 1.800 kilos.

Tras esta operación, se detuvo a 28 personas: siete en Sevilla, 16 en La Coruña y Pontevedra, una en Madrid, tres en Murcia y una en Melilla.

Los agentes policiales practicaron 20 registros en domicilios e intervinieron armas, dinero en efectivo, numerosos vehículos y teléfonos móviles, documentación y dos lanchas rápidas, además de otros efectos.