MARGA ZAMBRANA. Efe / EL MUNDO
PEKIN.-
Ségolène Royal, inició ayer su viaje a China con una visita a la Gran Muralla, en el marco de una agenda que incluye el diálogo sobre la deslocalización de firmas francesas en el país asiático y los Derechos Humanos, aunque a la primera mujer candidata a la Presidencia de Francia indicó que su objetivo no es «dar lecciones».
«Debemos tener una visión positiva del desarrollo de China», afirmó Royal a los periodistas ante la amenaza globalizadora que supone el crecimiento económico de Pekín. Protegiéndose con una bufanda de los fuertes vientos que azotaban la gélida capital china, la candidata socialista posó ante los fotógrafos en el milenario monumento.
La visita de Royal está encaminada a reforzar la imagen internacional de la candidata socialista frente a las críticas sobre su falta de experiencia en asuntos diplomáticos.
El problema de la deslocalización de empresas hacia China, donde la mano de obra es más barata, con la consecuente pérdida de empleos en Francia, es clave tanto en el programa electoral de Royal como en el de su rival, el actual ministro del Interior, Nicolas Sarkozy. La socialista ha propuesto que las empresas que abandonen el país devuelvan las ayudas que recibieron, mientras que Sarkozy sugiere que paguen impuestos más altos que aquellas que crean puestos de trabajo en Francia.
Según las últimas encuestas, Ségo cuenta en estos momentos con una intención de voto del 52% frente al 48% de su rival conservador en las presidenciales de abril.
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