La caída en picado durante la última década de las poblaciones de lince ibérico ha provocado que en este momento sea la especie más mimada de la Unión Europea, aunque no por ello siga figurando como «en peligro de extinción».
Durante estos próximos cinco años, un proyecto LIFE de nada menos que 26 millones de euros, tratará de poner remedio a la delicadísima situación de los 170 ejemplares de lince que se distribuyen casi en su totalidad en dos zonas de Andalucía.
Acaba de concluir otro proyecto LIFE que durante los últimos cinco años ha dedicado otros 11 millones al mismo fin. Ambas cantidades no sólo son las mayores destinadas a conservar una especie salvaje en España, sino en todo el ámbito de los 27 países de la UE.
El lince ibérico se lo merece. Se trata del único felino atigrado del sur de Europa que recuerda a aquella fauna que vagaba y depredaba sobre los homínidos en la piel de toro, como el temible tigre de dientes de sable, ya extinguido. Mucho más pequeño y sobre todo nada peligroso, la especie ibérica del lince no ha podido resistir a la presión humana. A punto ha estado de desaparecer, aunque todavía la espada de Damocles pende sobre el emblemático felino ibérico.
Sin embargo, hay cifras del recién concluido 2006 que llevan a cierta esperanza. Por ejemplo, que en los últimos cinco años se ha casi duplicado la cifra de cachorros, que ha pasado de 36 a 64. O que el número de hembras reproductoras se ha incrementado un 50%, de 21 a 32 en los últimos cinco años.
40 ejemplares más
Abundando en la estadística facilitada por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, la población total del lince en esa comunidad se ha incrementado en unos 40 ejemplares desde 2003, cuando los censos registraron la cifra histórica más baja con 130 individuos, hasta los 170 que hay censados actualmente.
El esfuerzo realizado en Andalucía para conservar las dos únicas poblaciones viables de la Península, se aprecia tras cinco años de trabajo, dedicación y gasto. Entre otros éxitos se encuentran los avances logrados en el Plan de Cría en Cautividad, dirigido por la veterinaria española-estadounidense Astrid Vargas, en unas instalaciones en el mismo Parque Nacional de Doñana.
El éxito ha consistido en lograr que por primera vez en el mundo estos felinos hayan conseguido reproducirse pese a estar cautivos. Los primeros partos se consiguieron en 2005. Pero en la primavera de 2006 se logró un nuevo hito, cuando dos ejemplares procedentes de las dos zonas linceras actuales, que no tenían contacto físico hacía tres décadas, han logrado mezclarse. Con ello han enriquecido la variabilidad genética de la especie al mezclar sus genes. La importancia de estos partos puede ser fundamental en la conservación al haber roto la consanguinidad, que empezaba a causar estragos entre los linces en forma de enfermedades para las que no tenían defensas. Para lograr la cría en cautividad y el cruce de poblaciones ha habido que capturar 20 ejemplares, siete de ellos el año pasado.
Pese a estos avances, la especie más emblemática de Iberia sigue en «una situación crítica», según la propia Junta de Andalucía, que ahora comienza nuevos retos de conservación para eliminar muertes por atropello, lazos o cebos envenenados, y sobre todo por falta de alimento (conejos) y falta de hábitat.
Actualmente, 28 individuos tienen colocados collares transmisores para su radioseguimiento. Una fórmula que permite detectar el comportamiento de estos felinos y la manera de expandirse por el territorio cuando son juveniles a los que expulsa su madre una vez destetados. Es, en esta fase cuando mueren el mayor número de ejemplares, al disputar con otros el hábitat, la comida, o porque son atropellados.
Se ha detectado que más del 80% de los ejemplares nacidos no superan la dispersión juvenil. Es decir, de los 64 nacidos este año puede que sobrevivan una docena. Responder a esta mortandad es otra de las investigaciones en curso, que podría traer importantes resultados, según dijo a EL MUNDO Miguel Angel Simón, director de la Estrategia de Conservación del Lince en Andalucía.
Nuevos problemas
Los avances también traen nuevos problemas. Eso es lo que opina el coordinador de Ecologistas en Acción, Theo Oberhuber, quien vaticina que en 2007 habrá más muertes por atropello o por peleas territoriales, «no hay suficiente territorio para los nuevos y además escasea la comida».
Aunque vayan bien los nacimientos, va mal la presión sobre los territorios linceros, que son mucho más de los que hay en Andalucía. «Un sólo lince en Extremadura es más valioso que varios en otro lugar. Se deben recuperar hábitats fuera de Andalucía para reintroducir la especie en el futuro», según Oberhuber.
Los primeros pasos en este sentido se inician, pero mientras tanto en Andalucía se nota el chorro de millones para el lince. Se han construido 69 cercados donde sólo los linces pueden entrar a comer los conejos que se les aporta para que tengan comida fresca cuando no la pueden cazar.
Para los conejos se han construido 196 cercados y otros 5.000 vivares que les facilitan su reproducción y se han puesto 20.000 vacunas para evitar la enfermedades de víricas. En otro orden de cosas, se han editado decenas de miles de publicaciones, folletos y una película para sensibilización hacia el lince.