No tiene remedio el Real Madrid, o al menos no parece tenerlo. Aunque el Sevilla y el Barcelona le concedieron la oportunidad de acercarse a la cabeza pese a su fútbol execrable, el equipo blanco volvió a caer y su situación ya es de crisis evidente. El Deportivo se impuso por 2-0 en Riazor con goles de Capdevila y Cristián, y con una portentosa actuación de su delantero Arizmendi. Tras el 0-3 encajado en la jornada anterior a la Navidad, la situación del Real Madrid es ya peor que preocupante. Y más al comprobarse la escasa incidencia de sus nuevas adquisiciones que, presuntamente, iban a despertar a un grupo dormido. Higuaín ni se vistió, Marcelo salió en la segunda parte porque Capello prefirió como lateral zurdo de salida a Sergio Ramos y Gago fue relevado tras un primer acto en el que trató de imponer criterio con su fútbol en corto, pero no pudo arreglar aspectos como el estatismo y la inmovilidad de sus compañeros.
El partido del Madrid fue lamentable. Sigue teniendo la Liga a tiro de cinco puntos, pero las sensaciones que transmite son deprimentes y la moral comienza a resquebrajarse después de los 100 millones de euros desembolsados.
El Barcelona salió con vida de una jornada que pintaba mal para sus intereses por el rosario de bajas con que se presentó en Getafe. Al menos arrancó un empate (1-1), gracias a una gran falta lanzada por Xavi, y su mal partido quedó paliado por la imagen posterior del Real Madrid, que la próxima semana verá en peligro su tercer puesto por la visita del pujante Zaragoza al Bernabéu, en el último partido en casa de la primera vuelta.
En la zona baja, el Betis sigue en descenso, pero ya comienza a respirar tras su victoria ante el Celta en el estreno de su nuevo entrenador, Luis Fernández. El Levante respiró ante el Racing y el Mallorca ya se ve apurado tras su derrota ante el Athletic. / Págs. 2 a 7
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