Lunes, 8 de enero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6231.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
La desgracia abre el alma a una luz que la prosperidad no ve (Herni Dominique Lacordaire)
Haz Click Aquí
 DEPORTES
La jugada del 'empollón'
ARIZMENDI, LA FIGURA DE LA NOCHE, ESTUDIA EMPRESARIALES TRAS DEJAR TELECOMUNICACIONES EL ATLÉTICO PODRIA RECOMPRARLO EN JUNIO
EDUARDO J. CASTELAO

No es fácil conseguir que un estadio, Riazor, iguale los decibelios cuando ovaciona el regreso, seis meses después, de Juan Carlos Valerón. El sustituido, Angel Javier Arizmendi (Madrid, 1984), lo logró. El viejo estadio coruñés se estremeció para despedir a un futbolista que completó su mejor partido desde que se instaló en la élite, y va para tres años. Fue Gregorio Manzano quien descubrió el talento que anidaba en el filial del Atlético. El actual entrenador del Mallorca tiró de él, Gabi y Toché para rejuvenecer a un equipo que aquel año se quedó a un gol de la UEFA.

Publicidad
Sin embargo, nunca antes se había visto un Arizmendi como el de ayer. Especialmente la jugada del minuto 36. Agarró la pelota en la esquina izquierda del área, fue dejando sentados a Sergio Ramos, Cannavaro, Gago y hasta Helguera, que pasaba por allí. Con un quiebro de cintura mandó al suelo también a Casillas, y cuando sólo tenía que empujarla la mandó al poste. Una jugada digna de otros tiempos, acaso alguno recordó a Ronaldinho, quizá a Johan Cruyff, puede que incluso a Maradona. Antes de eso ya había rematado un par de veces y desbordado a Sergio Ramos -el sevillano soñará con él durante algunos días- otras cuantas.

En la jugada del segundo gol se llevó por delante el caché de Fabio Cannavaro, manchando de barro el oro del balón. Con sus 188 centímetros, es un jugador desgarbado, con muy poca pinta de eso que ahora llaman jugón. Pero por algo era ya el que más le gustaba a Manzano.

Ocurre que ser canterano en el Atlético es difícil. Con la marcha del entrenador que lo hizo debutar (frente al Barcelona en el Camp Nou, en frebrero de 2004) y la llegada de Ferrando, Arizmendi vio cómo lo cedían al Racing de Santander. Allí jugó 22 partidos y marcó tres goles. Para entonces ya comenzaban las dificultades en el estudio. Contrario a la norma, Arizmendi no ha abandonado los libros. Se quería ver en un futuro como Ingeniero de Telecomunicaciones, pero era demasiado difícil, así que en su nueva ciudad lo ha cambiado por Empresariales, mucho más light. Sus compañeros siempre le han llamado el empollón, y él lo niega. En Coruña llama mucho la atención que siempre, en cualquier viaje, va leyendo un libro, costumbre alejada de los MP3 o las videoconsolas que manejan la mayoría.

De familia acomodada, vivió siempre muy cerca del Calderón, donde regresó a principios de la temporada pasada para probar suerte con Bianchi. No tuvo nada que hacer con el argentino y en diciembre, hace ahora un año, firmó por el Deportivo. El Atlético, sin embargo, se ha reservado dos opciones de compra, la primera de ellas al finalizar esta temporada y la segunda en el próximo curso. «Hay pocos jugadores tan desequilibrantes como él», dijo ayer Caparrós, orgulloso del muchacho, del que en privado habla maravillas mayores. También le gusta a Luis, que lo citó para el último amistoso contra Rumanía en noviembre. Sin embargo, una lesión en el entrenamiento previo lo dejó compuesto y sin debut.

Sí ha sido habitual en las categorías inferiores. Jugó la final del Mundial sub'20 en 2003, donde perdió con Brasil, y ganó los Juegos del Mediterráneo en 2005. En la celebración, sobre la pista de atletismo del Estadio Mediterráneo, fue centro de la polémica. Se paseó con una bandera española pre constitucional (con un águila). El jugador dijo que la bandera se la habían tirado desde la grada y que no se había fijado en el emblema.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
 publicidad
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad