VILLARREAL 0
VALENCIA 1
Barbosa
Josemi
Fuentes
Peña
Arruabarrena
Josico
Senna
Cani
M. Fernández
Guille Franco
Forlán
Cambios: Cygan por Peña (min. 39)
José Mari por Guille Franco (min. 75)
Marcos por Josico (min. 75)
Cañizares
Miguel
Ayala
Albiol
Curro Torres
Albelda
Baraja
Angulo
Silva
Villa
Morientes
Cambios: Joaquín por Morientes (min. 68)
Hugo Viana por Silva (min. 79)
Marchena por Baraja (min. 90)
s.c.
Arbitro: Fernández Borbalán
Tarjetas amarillas: Arruabarrena, Miguel y Curro Torres.
Goles: 0-1: Angulo (min. 73).
EL MADRIGAL. 19.000 ESPECTADORES.
VILLARREAL.- Siempre hay un vecino poderoso y otro humilde. Hasta hace poco, era el Villarreal el encargado de restregar sus éxitos a un Valencia que, incrédulo, tenía que mirar hacia otro lado. Ayer, los valencianistas recuperaron su ego. Vencieron a los amarillos con un gol más patético que épico, se llevaron el derbi y hundieron en la parte media a un aspirante a Europa.
Por mucho que el Villarreal cambiara su imagen, por mucho que confiara en Matías como pieza angular del equipo, lo cierto es que el Valencia es una apisonadora. Puede que no brille, que no quiera tener el balón, pero cuando se pone el mono de trabajo arrolla a aquel que se ponga por delante. Nadie es amigo en el fútbol, sino enemigo.
Un derbi siempre es un derbi, pero, a veces, éste no rompe los parámetros que separan un partido normal de uno extraordinario. Lo cierto es que se cumplieron los pronósticos en los primeros compases del choque. La iniciativa era del Villarreal y la contra del Valencia. Hasta ahí, todo iba según lo previsto... Bueno, no del todo, porque ver a los amarillos tan enteros y luchadores como ayer es algo sorprendente.
Algo tienen que ver las dos últimas derrotas y el toque de atención en forma de castigo a Riquelme. Si él ha podido ser condenado, ¿por qué no el resto? Ese miedo a ser el siguiente recorrió el cuerpo de todos los futbolistas villarrealenses, que tornaron el pánico en intensidad. Y nada como debutar para animarse. Matías no es Riquelme, pero ayer tuvo que suplantarle. El mediapunta chileno se estrenó como amarillo y brilló con fuerza. Su descaro es envidiable y, sin duda, su mejor virtud. Un joven de su edad hubiera temblado al saber que tendría que sustituir a Riquelme. Él no. Jugó por la izquierda pero siempre buscaba el centro y la portería contraria. Veloz y contundente, tiene un punto de mira impresionante en su bota derecha.
El Villarreal ahogó al Valencia en el centro del campo, pero calidad no le falta a los valencianistas. De hecho, es su mayor virtud cuando les falla la unidad. Si no es uno es el otro, por recursos no será. Esperar y golpear, ésa es su manera de actuar. Y no tener pánico a pesar del dominio rival. Angulo recuperó un cabezazo de Baraja, que desquició a la zaga amarilla, y en una jugada un tanto estrambótica adelantó a su equipo.