La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, lanzó al comienzo de las fiestas su spot navideño por televisión. Comenzaba con esa pregunta indiscreta: «¿Qué vas a pedir esta Navidad?» A continuación, los deseos de unos particulares, jóvenes y no tan jóvenes: «Respuestas», «Ponerme la máscara», «Vivir en otra época», «Cien años de soledad», «Un carril-bici entre América y Europa»... Y al final, otra pregunta en voz en off: «¿Y tú que les vas a regalar?» Y la contestación, como si fuera la respuesta sugerente de Aguirre: «¡Regálales un libro!» En fin, «la jefa» está empeñada en que «leer nos diferencia». ¡A ver si es verdad! Ojalá los Reyes Magos nos hayan traído a todos, después de la espléndida Cabalgata de Gallardón y siguiendo los consejos de «la jefa», muchos libros. ¡Y ojalá los leamos! Queremos un Madrid que lea, un Madrid ilustrado que tenga la mente lúcida -o sea, crítica- para reaccionar frente a la barbarie. Lo ha hecho en muchas ocasiones. ¿Lo hará tras este 30-D sobrecogedor?

Para la tarde del sábado 13 se ha convocado una manifestación por parte de UGT y CCOO y el colectivo de ecuatorianos de Madrid, a la que se ha sumado el Foro de Ermua. El PP y la AVT no han decidido aún. La manifestación comenzará a las 18 horas en Colón, para acabar en la Puerta de Alcalá. Puede ser el momento para manifestar de forma más contundente, el 31 en Sol, el rechazo al terror y a sus cómplices.

Ha sido significativo que, en estos días de zozobra, sobre todo por la tardanza en la aparición de los cadáveres de Carlos Palate y Diego Armando Estacio, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, fuera la referencia política de este país, sobre todo en los primeros días y de cara fundamentalmente a nuestro hermano Ecuador. ¿No hemos llamado siempre hermanos a los miembros de la comunidad hispana? Hasta el último momento no se le ha visto la oreja a la ex portavoz del PSM en el Ayuntamiento y ahora Secretaria de Estado para aquellas Américas, otrora llamadas también Españas, Trinidad Jiménez. Como alcalde de Madrid, Gallardón ha estado en su sitio; como político, representante de la polis.

Don Alberto mira al futuro. Don Alberto mira al futuro... Suponíamos, y así se escribió, que la Navidad iba a ser uno de los momentos previos a las elecciones del 27 de Mayo en los que Gallardón iba a echar la casa por la ventana para que observásemos -al margen de la M-30 que sigue su marcha- el Madrid de la posmodernidad. La Navidad, y, luego, ya vendrá, Carnavales. No sabemos lo que pasará en Carnaval. Sabemos lo que ha pasado en Navidad.

Ya el 23 de diciembre, a las once de la noche, teniendo como escenario la plaza de la Cibeles y como telón de fondo el edificio del Palacio de Comunicaciones, Gallardón nos ofreció el trailer de lo que debe de ser el Madrid festivo del siglo XXI. La película, anunciada por ese trailer, la pudimos ver y disfrutar en la tarde del día cinco, con el nuevo trazado y el nuevo espíritu de la Cabalgata de Reyes, que resultó todo un éxito.

Se llevó la marcha festiva a la Castellana y Recoletos, esa prolongación del Salón del Prado entronizado como lugar festivo por excelencia de Madrid a partir del Siglo de Oro. La Cabalgata comenzó en los Nuevos Ministerios y acabó en Cibeles, ante Nuestra Señora de las Comunicaciones, que este mismo año en el que hemos entrado puede ser sede del alcalde de Madrid. Después de este baño de multitudes de Gallardón, Recoletos y la Castellana, donde con Tierno, ya se llevó la Cabalgata de Carnaval, han de ser nuestros festivos Campos Elíseos. Las tribunas con 16.000 asientos, aunque resultasen insuficientes, sustituyeron a la imagen de los papás con escalera, propia más de una película de Berlanga que del Madrid del siglo XXI. Bien, Gallardón, bien. Y a ver qué se hace en Carnaval, ya en las vísperas del domingo 27 de Mayo (por cierto, Pascua de Pentecostés). ¿Cómo dice? ¿A quién le harán la pascua?

El circo de Pilar y Alicia. Antes de entrar en lo de la pascua... El cronista tiene que dejar constancia de una inauguración sobresaliente en este Madrid, la del Nuevo Teatro Circo Price, en la Ronda de Atocha, 25. Es una recuperación importante para el devenir no sólo cultural de la capital. El circo logra el mayor de los milagros, ¡más en estos tiempos!, nos hace como niños. Otro milagro del Gallardón navideño. ¡Ya vale, por Dios! ¡Gallardón nos persigue! ¡Cosa que no ocurre con Miguel Sebastián! Pero estábamos en lo del circo de Gallardón...

Gracias a la acción de Pilar Martínez, eficaz concejala del Area de Gobierno de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras, el Nuevo Circo Price ha podido ser inaugurado y programado por Alicia Moreno en estas Navidades. Ha resultado una corta etapa de entrenamiento, pues para marzo vendrá el campeonato. La otra tarde, el cronista disfrutó, ¡como un niño, no se niega!, con los payasos de la familia Alexis. Tony Alexis ha sido Premio Nacional de Circo de 2006 y es más conocido fuera que dentro de España. Nacho y Rodrigo, los dos hijos de Pilar Martínez, se lo pasaron tan bien como su madre. ¡Circo blanco! ¡Circo-circo! Y no les hablo del burro y los perritos de Old Regnas. ¡Hay que verlos!

¿Y del Teatro Español..., qué decimos? Que desde hace tiempo no comentamos nada... Pues que los madrileños hemos podido ver tres buenos espectáculos del Teatre Lluire de Barcelona. ¡Qué «Ricardo III» el de Pere Arquillué, de chapeau! ¿Qué más? Pues que se echa en falta que Gas se moje más... Bueno, sí, lo de Blanca Portillo, y lo de Laia Marull, premiada justamente con el Mihura... En la sala pequeña, con la boca pequeña.

El 27 de Mayo. Y el 27-M. Según Zapatero no habrá elecciones generales anticipadas. Eso dijo... Así que la cuestión estaba, y está, en las elecciones municipales y autonómicas. Y es ahí donde tiene puesta la primera diana Gallardón. La segunda diana..., si hay que esperar hasta el 2012, se esperará en Santa María de las Comunicaciones. ¡En olor de multitud, como vemos!

¿Y Sebastián? Lleva mal la cosa. Aunque tenga a los taxistas no «floteros» de su parte... Un Sebastián que vela sus armas como Alonso Quijano en la venta, esperando salir en pos de aventuras junto a Zapatero. Ya ha estado con él en la T-4. Y con Blanco en la plaza de la Villa. Pero... esto no marcha. No hay rebelión a bordo, pero casi. La marinería -incluso la tripulación- está hasta el pelo. Gallardón, con su deriva socialdemócrata, está alcanzando los votos de un centro-izquierda que no acaba de ver las cosas claras. Vamos, que no visualiza a su caballo ganador, o que su caballo ganador ya es Gallardón.

Aguirre reflexiona. Tras haberse retirado a meditar, Aguirre vuelve pidiendo más madera... Recordemos su mensaje navideño: «Los madrileños tenemos en común nuestros deseos de libertad, la voluntad de prosperar en paz, el rechazo radical de cualquier forma de violencia y la confianza que nos da en los últimos años el desarrollo y el progreso de nuestra Comunidad que la han convertido en el motor económico, social y cultural de toda España». ¿Oído cocina?