R. A.
Los vagabundos y los 'sin techo' renuncian a desmantelar las acampadas que han organizado en las principales ciudades de Francia. Dominique de Villepin les prometió el miércoles una vivienda digna y les reconoció el derecho a demandarla en los tribunales, pero la vaguedad del proyecto y los plazos de aplicación -la ley entraría en vigor en 2012- han provocado incredulidad en los campamentos.
Quizá por ello, y temiendo una crisis social de envergadura, el primer ministro declaró ayer que los afectados tendrían a su disposición una solución inminente. «En efecto, van a adoptarse medidas urgentes para que encuentren acomodo todas las personas que se encuentran en estado de precariedad», señaló. No dijo cuándo ni cuáles, pero el miedo a una nueva batalla callejera le agudizará el ingenio.
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