Al menos seis personas murieron ayer en el norte de México en plena lucha de militares y policías contra la violencia de los narcos en la fronteriza ciudad de Tijuana, según Efe. Un jefe policial falleció y un agente resultó herido en un tiroteo registrado en la madrugada de ayer con presuntos narcotraficantes en la ciudad de Monterrey, capital del Estado de Nuevo León, colindante con Texas (EEUU).
El portavoz de la Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León, Antonio García, dijo que los efectivos fueron tiroteados cuando perseguían en una patrulla a varios individuos que huían en tres camionetas todoterreno y portaban fusiles de asalto. «Los pistoleros lograron escapar, aunque son buscados en Monterrey», señaló García, quien indicó que la muerte del jefe policial es la primera de este año en esa ciudad afectada en 2006 por una ola de violencia de los narcos que dejó decenas de muertos.
Por su parte, las autoridades del estado mexicano de Tamaulipas, vecino de Nuevo León y Texas, informaron de la muerte a tiros de una mujer y dos hombres en la ciudad de Reynosa, colindante con la estadounidense de McAllen.
El jefe de la Policía Judicial en la región, Noé Hinojosa, aseguró que los tres cuerpos, hallados en el interior de un vehículo Mercedes Benz de modelo reciente, estaban atados de pies y manos con cintas de plástico y presentaban el «tiro de gracia».
Tales métodos son utilizados por los grupos de narcotraficantes rivales en su guerra a muerte por el control de las rutas de envío de drogas hacia EEUU y Europa, según las autoridades mexicanas.
Dos jóvenes fueron asesinados el sábado por la noche en Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso (Texas), y se investiga si el hecho fue obra de narcotraficantes o de pandilleros.
Liberación de tres rehenes
La Administración del presidente mexicano, Felipe Calderón, ha lanzado un fuerte operativo policial y militar para tratar de contener la ola de violencia que en 2006 causó más de 2.000 muertes en todo el país, más de la mitad en Michoacán, Tijuana y otras localidades fronterizas con EEUU.
Según las autoridades, la presión de las fuerzas federales permitió que el estadounidense Ian Adam, de 43 años, y otras dos personas, al parecer mexicanas, quienes habían sido secuestrados hace una semana, se escapasen el sábado de sus captores en la localidad de Rosarito, vecina a Tijuana.
Adam, que reside en Rosarito, dijo a la prensa que pudieron escapar del cautiverio después de que los secuestradores se pusieran nerviosos al notar la presencia en la localidad de decenas de efectivos federales. Los delincuentes, no obstante, lograron huir.
Tijuana es considerada un lugar estratégico para el tráfico de cocaína, heroína, marihuana y drogas sintéticas. Allí operan los carteles de los Hermanos Arellano Félix, el del Golfo y el comandando por el fugitivo El Chapo Guzmán, enemigo de los dos anteriores.
