Un nuevo artrópodo cavernícola ha sido descubierto para la Ciencia. Se trata del recién bautizado Gollumjapix smeagol, un extraordinario depredador ciego de los espacios subterráneos en las cuevas de Castellón y Tarragona.
Los descubridores de esta criatura han escogido este nombre porque «hay cierta tradición de dedicar las especies de la fauna subterránea a algún ser mitológico, y a este animal queríamos inmortalizarlo así; pero como la mitología griega y la romana están muy manidas, recurrimos a la mitología contemporánea», comenta el coordinador de la investigación, Vicente Ortuño. El nombre hace honor al personaje Gollum de la trilogía de El señor de los anillos.
Aparte del bautismo científico del extraño bicho, merece la pena resaltar que desde hace 25 años existen ejemplares conservados en un par de instituciones, pero hasta ahora nadie se había dedicado a darle nombre, familia y características morfológicas. Se trata de un insecto que presenta todas las cualidades del medio subterráneo: cutícula despigmentada, tórax y apéndices extraordinariamente largos y multiplicación de los órganos sensoriales de las antenas.
Además, señalan los investigadores del Programa Ramón y Cajal de la Universidad de Alcalá y del Museo de Ciencias Naturales de Valencia, «es con toda probabilidad el hexápodo (de seis patas) cavernícola de mayor tamaño de la península Ibérica, con hasta tres centímetros de longitud, a los que hay que añadir dos más de las antenas».
«Su poderosa pinza y la flexibilidad de su cuerpo hacen de éste insecto un feroz depredador», que vaga solitario y herrante por las cavidades y simas en completa oscuridad y caza sus piezas detectándolas con los quimiorreceptores de sus antenas, que transmiten los detalles sobre la presa a los propiorreceptores (que controlan el movimiento) y los mecanorreceptores, vinculados al tacto. «Verlo comer da miedo», dice Ortuño. «Atrapa a su víctima con su única y poderosa pinza, con ella quiebra la presa y se la lleva a la boca», añade.
Estos bichos, ahora tan blancos, fueron hace cientos de millones de años de vida exterior, pero se adaptaron al mundo subterráneo y evolucionaron como una nueva especie.
La zona donde se han hallado es lo que los científicos llaman Tierra media, por ser una región singular que reúne una fauna cavernícola asombrosa y superviviente de linajes muy primitivos. La región calcárea de Valencia, Castellón y Tarragona está llena de simas y cavidades que no han sufrido cataclismos y que tampoco estuvieron sumergidas. Su edad geológica está en consonancia con la de las especies que habitan ese mundo subterráneo.
Pero hay una amenaza latente. El cemento ha hecho estragos en algunas áreas en forma de autovías o urbanizaciones. Una de las que hay en Castellón quiso ampliarse para lo que iban a dinamitar una sima. Los científicos les pidieron que no lo hicieran y ha quedado vallada, libre de los explosivos, quizá para hacer un refugio de esta fauna, porque allí se ha hallado un coleóptero del que pronto nos darán cuenta.