ADRIAN SACK. Especial para EL MUNDO
LONDRES.-
El modelo aeronáutico está sufriendo una intensa transformación, por cuestiones internas o externas, especialmente por la irrupción de las conocidas líneas de 'bajo coste', como Air Madrid. En el Reino Unido, el Gobierno está realizando presiones para reducir la emisión de gases contaminantes que podrían amenazar el futuro de las aerolíneas de 'bajo coste', como las populares Ryanair y Easyjet.
El ministro de Medio Ambiente británico Ian Pearson ha criticado a estas compañías, y en particular a Ryanair, por contribuir en gran medida a la polución de los cielos europeos con vuelos cada vez más numerosos a tarifas muchas veces irrisorias. «Esa compañía representa la cara irresponsable del capitalismo», afirmó Pearson, quien por este motivo sugirió la reducción de frecuencias o la aplicación de impuestos para compensar los daños ocasionados por el presunto abuso en el número de vuelos. Sin embargo, el presidente de la línea aérea irlandesa, Michael O'Leary, descalificó inmediatamente las palabras del ministro al considerarlas «tontas y dignas de alguien muy mal informado».
O'Leary defendió, de esta forma, a las aerolíneas, al excluirlas entre las actividades más contaminantes. «Los aviones generan mucho menos dióxido de carbono que los camiones en las carreteras o muchas de las usinas eléctricas», añadió.
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