Los contratos que Air Madrid hacía a muchos de sus trabajadores desviaban las partidas más cuantiosas en concepto de dietas y complementos que no cotizaban a la Seguridad Social y sobre los que no se les aplicaba ninguna carga fiscal.
Así, según los contratos todavía en vigor, un trabajador de cabina de la compañía aérea percibe un sueldo base de 591,95 euros mientras que un auxiliar administrativo de la misma empresa recibe mensualmente 1.366,42 euros, es decir, más del doble. Sin embargo, la realidad es bien distinta a lo que reflejan las nóminas: el personal aéreo ingresa mensualmente salarios netos de alrededor de 2.000 euros, que percibe en buena parte en concepto de dietas y complementos retribuidos a mes vencido. En algunos casos las dietas llegan a superar el 60% de los ingresos totales. En el caso de un operador de cabina, a su salario total de 629 euros se añaden dietas que ascienden a 1.140 euros, casi el doble de lo contemplado en la nómina.
El sindicato USO denunciará hoy esta práctica ante la Inspección General de Trabajo por considerar que la compañía presidida por José Luis Carrillo ha incurrido en un fraude en la cotización a la Seguridad Social.
«Se trata de un fraude a las arcas públicas puesto que parte de este complemento debe cotizarse, lo cual quiere decir que están dejando de ingresar dinero en la caja común», explicó ayer José Díaz Iglesias, secretario de acción sindical de USO. En opinión de este colectivo, el fraude de Air Madrid deja desprotegidos a los trabajadores, ya que «en caso de que se les indemnice, las cuantías corresponderán al salario por el que cotizan».
Si la inspección da la razón al sindicato, Air Madrid deberá cotizar por la cantidad total que percibe su plantilla. En el caso de que la compañía no fuese sancionada, a efectos de derechos por desempleo, bajas laborales o jubilación el trabajador tendrá la base real de cotización que le corresponde.
A la espera del ERE
El sindicato también presentará mañana la solicitud de un expediente de Regulación de Empleo (ERE) para los trabajadores de Air Madrid, «que permitirá a la plantilla, entre otras cosas, recibir el desempleo y que no tengan que presentarse en su puesto de trabajo si no van a poder desempeñarlo», apuntó Díaz Iglesias.
Tanto este sindicato como la Asociación de Trabajadores de Air Madrid (ATAM) tienen como prioridad el reflote de la compañía: «El ERE permitiría volver a relanzar la compañía aunque, eso sí, a través de un gestor ajeno al actual».
USO expuso el pasado 20 de diciembre en una nota al secretario general de Empleo, Antonio González, que su departamento tiene capacidad de actuación en una doble vía, por un lado los trabajadores relacionados con Air Madrid y por otra, la situación de los trabajadores inmigrantes que no pueden incorporarse a sus trabajos tras el período vacacional.
Ante esta última situación, USO considera que la Secretaría General de Empleo debería promulgar una norma o instrucción para resolver esta situación, ya que las demoras podrían superar el mes y los trabajadores podrían encontrarse con su puesto cubierto. El sindicato también critica la actitud del Ministerio de Trabajo que, a su juicio, «se ha desentendido del problema alegando incompatibilidad de competencias», aunque emplea a trabajadores de más de una autonomía.
UN SUELDO BASE POR LOS SUELOS.
Las dificultades económicas de Air Madrid quedan reflejadas en las propias nóminas. Arriba se muestran los ingresos oficiales de un trabajador de cabina, que percibía 629 euros, aunque (abajo) sus dietas alcanzaban los 1.140 euros, casi el doble.