ELENA HITA
MADRID.-
Una empresa de capital riesgo española está interesada en hacerse con el Principado de Sealand, por 750 millones de euros. El país más pequeño del mundo está situado a 11 kilómetros de la costa de Harwich, en el condado de Essex, en el sureste de Inglaterra.
Aunque ofrece unas impresionantes vistas marinas, lo cierto es que Sealand no es precisamente un lugar muy atractivo y cómodo donde construir una impresionante casa veraniega o donde edificar un lujoso complejo turístico. Sealand es una antigua plataforma militar elevada para evitar que la Alemania nazi alcanzara las costas británicas. Está dotada de una superficie de 550 metros cuadrados con un helipuerto, sujeta sobre dos pilares.
«Su verdadero valor es histórico», reconoce Gabriel Medina, gerente de la inmobiliaria española Inmonaranja, encargada del «traspaso», en exclusiva, de la plataforma. «No es una venta, sino una transferencia», puntualiza Medina.
Y es que su excéntrico propietario, un ex mayor del Ejército británico de nombre Roy Bates que en 1967 ocupó el fortín ubicado en aguas internacionacionales, ha puesto como condición que se mantenga el actual estatus de la plataforma. Aunque no está reconocido, Roy se adjudicó el título de príncipe y autoproclamó el estado independiente de Sealand que, como tal, tiene Constitución, bandera, himno, moneda, sellos e, incluso, un equipo de fútbol. Sin embargo, su heredero, de 54 años de edad, no muestra demasiado interés por su reino ya que pasa la mayor parte del tiempo en tierra firme.
«No sólo se trata de hacer una oferta económica, si no que se ha de elaborar un proyecto de viabilidad, garantizando la continuidad del Estado y que no vaya en contra de los intereses del Reino Unido», explica Medina, quien asegura que una sociedad inversora de capital español ha realizado una «petición formal».
La historia de este país, aunque breve, no está exenta de polémica. Anticorrupción investiga a un abogado supuestamente vinculado a Arte y Naturaleza por un presunto frade en la compra venta de pasaportes falsos en Sealand.
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