Además de los 180 kilos de explosivos localizados en la última semana en las inmediaciones de este municipio, ayer trascendió que ETA contaba con el material necesario para preparar bombas lapa.

Entre el diverso material incautado a la banda terrorista en Atxondo, la Ertzaintza ha localizado dos dispositivos a base de mercurio, idénticos a los que ha utilizado tradicionalmente como «activadores» de las temidas bombas lapa -las que se adhieren a los bajos de vehículos y se activan con el movimiento de éstos- y que, según recordó ayer el Departamento vasco de Interior, «son artefactos que ETA ha utilizado siempre en atentados dirigidos contra personas».

Apenas nueve días después de perpetrar su primer atentado con víctimas mortales en tres años y medio y dar por muerto el alto el fuego decretado el pasado 22 de marzo, trasciende la noticia de que ETA podría estar ultimando atentados dirigidos contra personas concretas.

El hallazgo de los dos dispositivos de mercurio para activar este tipo de artefactos explosivos se enmarca dentro de la operación que la Ertzaintza ha llevado a cabo en la última semana en la localidad vizcaína de Atxondo, en cuyas inmediaciones ha encontrado un total de 180 kilos de explosivos y de componentes químicos para su fabricación, entre los que se incluyen amonal, cloratita, pentrita, cordón detonante y nitrato de amonio.

Tras la aparición el 23 de diciembre de un zulo de ETA en Amorebieta, la Ertzaintza encontró el pasado jueves en Atxondo un artefacto listo para atentar, a falta de un detonador. La bomba se encontraba oculta en el interior de un bidón de plástico, sito a escasos metros de un vehículo de la marca Rover, propiedad de Asier Larrinaga, huido por su presunta relación con el zulo de Amorebieta. Sólo un día después, el viernes, la Ertzaintza localizó en la misma zona de Atxondo otros 80 kilos de explosivos.