MANUEL MARRACO
MADRID.-
El medio centenar de acusados en el macrojuicio contra el entorno de ETA cambió ayer la estrategia mantenida durante más de un año de proceso y comunicó al tribunal que renuncia a intervenir en la fases pericial y documental que restan antes de dejar la causa vista para sentencia. Sólo dos de ellos se desmarcaron de la iniciativa.
Según explicó el abogado Iñigo Iruin, esta medida -adoptada en la primera sesión del macrojuicio tras la ruptura del alto el fuego- responde a la postura mantenida recientemente por la Fiscalía de la Audiencia Nacional en el macrosumario de Egunkaria. El pasado 14 de diciembre, el Ministerio Público consideró que no había elementos incriminatorios contra los siete procesados y pidió a la Sala de lo Penal que no celebrase el juicio.
El escrito del fiscal Miguel Angel Carballo restaba importancia a algunos documentos fundamentales en la acusación sostenida por el fiscal Enrique Molina en el macrojuicio. Ésta fue, precisamente, la línea mantenida por Iruin, según el cual «el informe del fiscal sobre Egunkaria deja al descubierto la acusación de este proceso». «Pedimos al fiscal que sea coherente con el informe de Egunkaria y retire la acusación», añadió.
Tanto Molina como la abogada de la AVT, Manuela Rubio, explicaron a la Sala -compuesta por Angela Murillo (presidenta), Nicolás Poveda y Luis Martínez de Salinas- que mantienen las acusaciones y la prueba documental que solicitaron. La fase pericial sí se dio por concluida, puesto que sólo restaban por comparecer expertos propuestos por las defensas.
Cambio de situación
Según fuentes de la Audiencia, Iruin no vinculó en ningún momento la decisión al cambio de circunstancias tras el atentado. Las mismas fuentes explicaron que la actitud de los acusados y sus defensas era ayer mucho más seria que la mantenida habitualmente durante las vistas.
Según explicó Iruin, todos los sumarios tienen la misma estructura, reúnen el mismo tipo de indicios y se fundamentan en el mismo tipo de informes policiales, que hasta ahora «habían sido acríticamente aceptados por la Fiscalía». Hasta Egunkaria, «donde la Fiscalía se mostró totalmente disconforme con esa interpretación de los documentos», afirmando que llegaban a ser «contradictorios» y «carentes de lógica». Además, rechazaba la posibilidad de hacer una interpretación extensiva del delito de pertenencia a una organización terrorista.
El letrado hizo especial hincapié en el documento Reunión de responsables del proyecto Udaletxe, incautado a la dirección de ETA y «columna vertebral» de las acusaciones. Mientras que en el macrojuicio se mantiene que su objeto era «planificar las consignas económicas» para todas las estructuras de la organización terrorista, en Egunkaria la Fiscalía resalta que, «en realidad, no nos encontramos sino ante un mero documento», y que algunas estructuras allí mencionadas «incluso hoy en día funcionan normalmente».
Los acusados también pidieron sin éxito a la Sala que les eximiera de asistir al resto de sesiones hasta la fase de conclusiones definitivas.
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