DANIEL G. SASTRE
BARCELONA.-
El presidente de CiU, Artur Mas, accedió ayer, ante la insistencia de las últimas semanas de su socio Josep Antoni Duran Lleida, a debatir la entrada de la federación en el Gobierno central. Ambos se reunirán esta semana para estudiar esa eventualidad que, en todo caso, no se produciría hasta la próxima legislatura.
La voluntad de Duran de «participar en la gobernabilidad de España» volvió a quedar clara ayer en la reunión de la comisión permanente de Unió Democràtica de Catalunya (UDC). El secretario general de la formación, Josep Maria Pelegrí, habló de la «absoluta unanimidad» que existe en el partido acerca de «dar el paso» para tener ministros en el Gobierno.
El secretario general de UDC rechazó que la entrada pueda tener lugar en esta legislatura, porque CiU «no quiere ser el coche escoba del Gobierno Zapatero», y dejó abierta la puerta a un acuerdo con el Partido Popular si la formación de Mariano Rajoy gana las próximas elecciones generales. «Se tienen que contemplar todos los posibles escenarios», afirmó Pelegrí. Sin embargo, se negó a poner «el contador a cero» con los populares mientras estos mantengan su recurso al Estatuto catalán.
A regañadientes, Artur Mas también accedió a hablar de la entrada de la federación en el Gobierno de España. Y, pese a sus intentos de aparcar el debate hasta después de las elecciones municipales del 27 de mayo, acabó explicando que se reunirá esta semana con Duran para abordar el asunto.
Mas desveló incluso que está dispuesto a «estudiar» un cambio en las condiciones que siempre ha puesto para que CiU tenga ministros en el Gobierno: que la federación gobierne en Cataluña y que se aplique «con lealtad» el Estatuto. Son las dos más importantes y ninguna de las dos se cumple a su juicio. «En Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) no nos negamos por principio a formar parte de un Gobierno español. Estamos absolutamente dispuestos a hacer esa reflexión, pero tiene que ser algo muy hablado, porque tenemos que saber de qué manera podríamos ayudar a Cataluña, que es nuestro objetivo, desde allí», dijo.
Aunque fuentes de CDC explican que tienen claro que el PP «cambiaría su tono» con Cataluña en poco tiempo si, tras las generales, necesita los votos de CiU para gobernar en España, y se plantea ese extremo en caso de victoria popular, en la federación saben que sus electores podrían no entender ese apoyo. Por ello, Mas pidió ayer al PP «una posición mucho más abierta». Tampoco descartó acuerdos con el PSOE de Zapatero, pero avisó de que «la actitud positiva» de los socialistas hacia Cataluña «se está debilitando».
|