LORENZO MARINA
PALMA.-
El juicio con jurado por el asesinato de Gerth Möller en el Port de Andratx empezó ayer con retraso en la Audiencia Provincial. La acusada Sylvia Schäfer, de 58 años, dijo haberse caído por la escalera. De hecho, compareció cojeando antes de entrar en la sala.
Su ardid no impidió la celebración del juicio. Eso sí, lo retrasó. La sesión matinal se vio obligada a ser suspendida. Un médico forense examinó minuciosamente a la mujer para ver si sufría algún tipo de lesión. Después de la exploración, el facultativo dictaminó que la mujer se encontraba perfectamente.
Sobre las 16.00 horas, Sylvia Schäfer prestó una confusa declaración. La acusada se limitó a negar que tuviera cualquier implicación en el crimen de su pareja. Ni siquiera en el momento en el que le enseñaron un mazo, el arma con el que supuestamente acabó con la vida de su pareja dijo reconocerlo. «No recuerdo nada de lo que ocurrió porque me desperté en el hospital», balbuceó entre sollozos. «No golpeé a Gerth ni tiré el mazo al mar», subrayó.
El asesinato del ciudadano alemán Gerth Möller se cometió el 12 de enero de 2005 en el interior del Sy Kandahar, un lujoso yate de 16 metros de eslora amarrado en el Port de Andratx. El cadáver de Gerth Möller fue hallado en su camarote. Había sido asesinado mientras dormía. Sylvia Schäfer, por su parte, fue encontrada con unos cortes en las muñecas.
Al parecer, la pareja había mantenido una relación durante 13 años, que se había roto un año antes del crimen. A pesar de ello, Sylvia Schäfer acudía con frecuencia al yate de su ex pareja. Durante una primera exploración, los psiquiatras del hospital Son Dureta apreciaron en Sylvia una «tendencia a la teatralidad». Ayer lo demostró.
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