BAGDAD.-
El juicio por el 'caso Anfal' se retomaba ayer en la capital iraquí con la ausencia del principal acusado, Sadam Husein. El ex dictador iraquí fue ejecutado el 30 de diciembre, pero su silla vacía continuaba presidiendo la sala.
El juez, Mohamed al Oreibi, anunció que el Tribunal Penal Supremo abandonaba el proceso legal contra Sadam, quien estaba acusado de genocidio y violaciones de los Derechos Humanos, entre otros cargos. Los otros seis acusados sí estuvieron presentes en la sala, enfrentándose ayer a una sesión de rutina, informa Efe.
El 'caso Anfal' comprende la campaña de represión desatada contra las poblaciones kurdas del noroeste de Irak entre 1987 y 1988, que costó la vida a más de 180.000 personas, la mayoría civiles.
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