J. E.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) alertó ayer de que el número de desplazados internos en Irak podría alcanzar a finales de 2007 la dramática cifra de 2,7 millones frente a los 1,7 que tienen contabilizados en la actualidad. Tal cantidad incluye a los iraquíes que ya habían perdido sus hogares en conflictos anteriores. Los guarismos de ACNUR permiten apreciar el desastre que se ha abatido sobre Irak, del que también han escapado dos millones de personas, instaladas en su mayoría en países vecinos.
ACNUR solicitó un aporte internacional de 46 millones de euros para intentar lidiar con un éxodo que definió como «el movimiento de población más amplio en Oriente Próximo desde el desplazamiento de palestinos» que propició la creación de Israel en 1948. La limpieza étnica en Irak va acompañada de un desbocado aumento de la violencia, cuya mejor expresión son la contabilidad de víctimas mortales que suministró el Ministerio de Salud al diario 'The Washington Post', que se triplicó en la segunda mitad del pasado año hasta alcanzar 22.950 personas.
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