DANIEL TROTTA. Reuters / EL MUNDO
NUEVA YORK.-
Un misterioso y fuerte olor a gas en toda la isla de Manhattan (Nueva York) provocó ayer la evacuación de varios edificios y la suspensión del tren que une, bajo el río Hudson, Manhattan con New Jersey, donde también se apreció el olor.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, compareció ante los medios de comunicación y confirmó que el intenso olor había provocado el desalojo rápido de algunas instalaciones, con la sombra del temor a un nuevo atentado tras el 11 de Septiembre. Entre los edificios evacuados, se encontraban cuatro escuelas.
Sin embargo, Bloomberg precisó que los sensores de la ciudad no habían detectado ninguna concentración elevada de gas natural, por lo que el olor, pese a ser intenso, no era «dañino ni peligroso». «Puede ser desagradable, pero no va más allá», insistió Bloomberg.
Ahora bien, el Departamento de Salud de New Jersey confesó anoche que había siete personas hospitalizadas, con malestares «relacionados con el olor a gas».
Coincidiendo con este suceso, el centro de Austin, la capital de Texas, fue cerrado durante horas por la aparición de varias docenas de aves muertas, que hicieron pensar que la ciudad podía estar sufriendo un escape de gas. Finalmente, se confirmó que la salud de los ciudadanos no corría peligro.
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