Pese a que éste será su segundo año en el exilio -las obras de su sede habitual, el Centre Artesà Tradicionàrius (CAT) de Gràcia, no estarán finalizadas hasta mediados del presente año-, el festival sigue creciendo y, este año, abrirá sus puertas con un 40% más de presupuesto.

La cita comenzará el próximo viernes y se extenderá hasta el 30 de marzo, con una oferta repartida por diferentes espacios de la ciudad. Entre ellos, el Auditori de Barcelona, las salas Bikini y Luz de Gas, la Biblioteca Jaume Fuster, el centro Lluïsos de Gràcia y el Ateneu La Torna.

«Como todos los años, la filosofía del festival es buscar el equilibrio entre los grupos y artistas más conocidos con nuevas propuestas que trabajan alrededor de la música tradicional», señala Jordi Fábregas, uno de los artífices de esta iniciativa nacida en 1988.

Acorde con este planteamiento, el Tradicionàrius 2007 arrancará este viernes con la tradicional cercavila inaugural, que recorrerá las calles de Gràcia desde la plaza Rius i Taulet hasta el teatro de Els Lluïsos, donde una formació del Baix Ebre -Quico el Célio, el Noi i el Mut de Ferreries- y otra de la Marina Alta -La Romàntica del Saladar- unirán fuerzas en un singular espectáculo titulado De Sud a Sud.

Esta propuesta dará el pistoletazo de salida a una programación que tendrá, entre sus citas más destacadas, la actuación del vasco Kepa Junkera en el Auditori, el 23 de enero. Ese mismo escenario acogerá, el 8 de febrero, la propuesta de la Orquestra Arab de Barcelona, que en compañía del pianista cubano Omar Sosa, presentarán su primer trabajo discogràfico, Báraka. La última cita que podrá verse en el Auditori tendrá lugar el 9 de marzo y estará protagonizada por El Pont d'Arcalís y Les Violines.

Entre las restantes citas del festival figuran también grupos como La Troba Kung -Fú y La Carrau, la formación de Quebec Les Batinses, el ibicenco Isidor Marí y los marselleses Moussu T e lei Jovents, además de tres conciertos en colaboración con el festival BarnaSants; entre ellos el que ofrecerá la cantante de Alguer Franca Masu,

Para todo ello, el festival dispone este año de un presupuesto global de 169.000 euros, que incrementa en un 40 por ciento el del año anterior. Un aumento que, según los responsables del ciclo, ha sido posible gracias a «la ampliación del radio de acción del festival, que ha permitido abrirnos a más público con propuestas de formato más amplio».

Se prevé que el Tradicionàrius podrá recuperar su sede habitual del CAT de Gràcia en su próxima edición, coincidiendo con el 150 aniversario de este centro cívico. No obstante, el regidor del distrito, Ricard Martínez, abogó porque el festival siga manteniendo, en el futuro, una cierta trashumancia.

«Aunque es bueno tener una sede estable, estaría bien seguir apostando por una pequeña diáspora, ya que la mezcla es interesante y permite nuevas colaboraciones, ideas y visiones», afirmó Martínez.