Desde hace tiempo, se sabe que el té tiene un efecto protectivo sobre el corazón y que incluso puede ayudar a prevenir el cáncer. Sin embargo, un equipo de investigadores de Alemania señala, en un trabajo publicado en European Heart Journal, que sus descubrimientos sobre los efectos de la leche en esta bebida debería provocar una urgente reevaluación de los efectos protectivos de esta infusión. «Como la leche modifica la actividad biológica de los ingredientes del té, es probable que sus efectos protectivos también se vean afectados», explica uno de los autores, Verena Stangl, profesor de Cardiología del hospital Charité de Berlín.

Los investigadores comprobaron que unas proteínas que contiene la leche, las caseínas, bloquean el efecto beneficioso que normalmente produce el té, al estimular la expansión y relajación de las arterias, reduciendo así el riesgo de hipertensión.