P. GARCIA
MADRID.-
Los beneficios para los contribuyentes de la capacidad normativa de las CCAA respecto a la política fiscal tienen más que ver con la propaganda que con las deducciones de las que realmente se benefician los pagadores. Ésta es una de las conclusiones de un estudio publicado en el último número de los Cuadernos de Información Económica de Funcas (Fundación de las Cajas de Ahorro) y, según el cual, las deducciones fiscales en el tramo autonómico son, en algunos casos, un «soufflé» con «escaso coste recaudatorio».
Según el estudio, en el apartado de las deducciones autonómicas no sólo es importante el «montante teórico», aquél que establecen las normas tributarias de cada comunidad, sino la parte que se materializa. «Se ha comentado en muchas ocasiones», precisa el estudio, «el peligro de generar deducciones-anuncio, con escaso potencial para la comunidad, pero «destinadas a engrosar la lista con la finalidad de dar la impresión de que la autoridad autonómica es muy generosa».
El trabajo de simulación publicado por Funcas denuncia la estrategia de algunas comunidades autónomas de poner en marcha «deducciones soufflé», destinadas, se precisa «a dar la impresión de la generosidad de las autoridades, pero con un coste recaudatorio escaso. El estudio precisa que, analizado este parámetro, las diferencias por comunidades autónomas resultan «sorprendentes». «Por ejemplo», se precisa, «Castilla y León está en el segundo lugar respecto a las deducciones posibles y en el quinto respecto a las deducciones reales. Lo mismo ocurre con Andalucía, octava en posibilidades y penúltima en realidades. O Canarias, que de un potencial por deducciones de casi un 113 euros por unidad familiar, sólo concede, finalmente, 21 euros, esto es, un 19% del total.
La conclusión del estudio es que los contribuyentes del IRPF apenas se deducen el 30% del importe máximo posible del tramo autonómico del IRPF, sencillamente, por no contar con ingresos suficientes para poder aprovechar la cuantía máxima de dichas deducciones.
El estudio precisa que sobre una deducción teórica media de 26 euros en cuota, casi un 70% de la misma se pierde porque los contribuyentes no disponen de suficiente cuota íntegra para deducirla, máximo que, se recuerda, sólo se deducen los contribuyentes y familias con rentas más elevadas.
«De esta manera», concluye el trabajo, «sólo un 30% de las deducciones potenciales» de los IRPF autonómicos se aplican efectivamente», bien sea por insuficiencia de cuota íntegra para deducirla o porque los requisitos para beneficiarse de la misma son muy estrictos».
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