MARISA CRUZ
MADRID.-
El presidente del Gobierno suspendió ayer su viaje oficial a Japón, previsto para la próxima semana, después de que se hiciera público el comunicado de ETA.
Presidencia mantuvo el viaje en pie hasta el último minuto, contando incluso con la obligación de Zapatero de comparecer durante toda la tarde del lunes ante el Pleno del Congreso de los Diputados para informar de la nueva estrategia que pondrá en marcha el Ejecutivo para conseguir el fin de la violencia etarra.
Hasta ayer habían primado en el entorno del presidente las voces de quienes apostaban por impedir que ETA trastocara la agenda hasta el punto de provocar cambios en una cita internacional prevista y preparada desde hace varios meses. Sin embargo, la aparición del comunicado de la banda provocó un vuelco en todas las previsiones de Moncloa, que a través de la Dirección General de Información Internacional emitió un brevísimo comunicado, a última hora de la tarde, en el que se anunciaba el «aplazamiento» de la visita argumentando que «la agenda política interna exige la presencia del presidente en España».
El plan inicial era el de recortar la visita a Tokio en un día. Estaba previsto que el presidente volara hacia Japón al término de su comparecencia parlamentaria, lo que le impediría mantener el encuentro previsto con empresarios -uno de los platos fuertes del viaje- pero salvar la audiencia con el emperador Akihito y su reunión de trabajo con el primer ministro, Shinzo Abe.
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