Según el testimonio del hombre, después de la riña ella falleció repentinamente. Médicos del Summa la encontraron en el suelo de la casa y certificaron su muerte poco después. Hasta ahí, todo apuntaba a una muerte natural, pero en el Instituto Anatómico Forense se apreciaron ciertas anomalías. La mujer tenía marcas en el cuello como de haber sido estrangulada, y en su cuerpo había algunas otras señales de pelea.

Algunos familiares de ella opinan que fue asesinada. Cuando el forense vio las marcas en el cadáver los agentes de Homicidios arrestaron a su pareja. Sin embargo, el Juzgado número 41 de Madrid, que estaba de guardia ese día, ha puesto en libertad al hombre y ahora el caso depende de la investigación del juez, que deberá decidir si le imputa un delito de homicidio o le deja definitivamente en libertad.

El cadáver de Lidia Mercedes está retenido por ahora en el Anatómico, hasta que la investigación finalice y se autorice su traslado desde este centro a la sepultura.