E. M.
El titular del Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid ha citado como imputado al oficial de la Policía Municipal de Centro, Antolínez, que incitó a los agentes a falsificar actas para multar a los bares cuyos dueños sean «unos cabritos». El magistrado le acusa de falsedad de documento público. También han sido involucrados en el caso otro agente de Policía Municipal y dos funcionarios de la Junta Municipal de Centro, según informó ayer la Cadena Ser.
La denuncia que ha acarreado la imputación al jefe de la Policía de Centro fue puesta en los juzgados por el dueño de dos pub en la calle de Echegaray que acusó a Antolínez de cohecho, falsedad de documento público, prevaricación y amenazas. Basaba su denuncia en que el mando de la Policía había animado a sus agentes a falsificar datos de las actas de inspecciones a bares. En una grabación se le escucha dar una clase a sus agentes para conseguir que las inspecciones acaben en una sanción por falta muy grave o en el cierre del local.
A lo largo de un cuarto de hora, el oficial Antolínez arenga a los policías y les aconseja cosas como poner más personas de las que hay en el local para conseguir multarlo por no respetar el aforo.
La conversación del oficial fue grabada el pasado mes de septiembre, cuando el responsable de la Policía Municipal de Centro entró en la reunión o briefing que se mantiene a diario en todas las unidades para tratar los asuntos del día.
En el momento en el que el oficial entra en la habitación se le oye decir que si la Policía Municipal actúa él quiere que «sus actas tengan eficacia». Para ello, no duda en sugerir que si se encuentra una cantidad de droga pequeña en un bar se haga la vista gorda, porque de lo contrario se retrasarían los trámites administrativos. Además, Antolínez se queja de que han detectado la tardanza en general de los trámites administrativos cuando se les realizan una sanción.
En el auto emitido por el juez se cita a los cuatro imputados y también se requiere al Ayuntamiento de Madrid para que envíe al juzgado todas las actas de inspección realizada a los dos locales, así como las posibles multas o denuncias impuestas al establecimiento. El propietario de los bares ha sufrido, durante más de dos años, varios cientos de inspecciones en su local (más de una por semana), clausuras y otras situaciones que le han llevado a poner varias denuncias en el Juzgado contra el oficial de Centro y algunos de los agentes que lo acompañaban en las inspecciones.
El oficial Antolínez ha protagonizado ya varios casos polémicos, como el cobro de horas extras no trabajadas por parte de sus agentes. Al conocerse la grabación, el concejal Pedro Calvo consideró más «grave» la grabación en secreto al oficial que sus propias palabras sobre falsificación de actas.
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