Conoce las calles de Madrid como la palma de su mano y no hay escaparate que no haya analizado al dedillo. Silvia Sánchez es personal shopper, algo así como una guía de tiendas que gana dinero comprando ropa para sus clientes. Tarea no siempre fácil. Para los que patearse la ciudad es todo un reto, ella también se ha propuesto acercar la tendencia a casa. «Tengo mi showroom. Voy a París y traigo ropa. Para muchas mujeres es más fácil tenerlo todo junto y simplemente dejarse aconsejar». Ya lleva cuatro años en la batalla de la moda y, aunque aún queda mucho camino por recorrer -«En Barcelona, la figura del personal shopper es mucho más común»-, ella está dispuesta a darlo todo. Le echa muchas horas a la cuestión y nunca se separa del móvil.

Pregunta.- Personal shopper ¿esto es una profesión o un vicio?

Respuesta.- Es un vicio que se ha convertido en una profesión (risas).

P.- ¿Comprar en las rebajas es vulgar?

R.- No, por supuesto que no. Si sabes buscar chollos, es una maravilla encontrar cosas por debajo de su precio habitual.

P.- ¿Hay ricachonas que le piden esperar a las rebajas?

R.- Hay de todo, pero a mí, habitualmente, no me ocurre.

P.- ¿Detecta la ropa de anteriores temporadas?

R.- Sí. Siempre estoy dando vueltas, navego mucho por Internet, conozco las colecciones... No paro de rastrear y por eso lo detecto.

P.- ¿Busca tendencias cuando va al supermercado?

R.- No, no (risas), para nada. Cuando ejerzo de ama de casa y de madre, me dedico sólo a eso.

P.- ¿Critica a quien no renueva el armario cada temporada?

R.- Generalmente no suelo criticar a nadie. Yo sólo ayudo a renovar el armario a quien me lo pide.

P.- ¿El fondo de armario es la excusa de los pocos originales?

R.- No, cada uno tiene unas prioridades. Hay gente a la que renovar su armario le da inseguridad. Hay quien no se atreve y tiene cierto temor a los cambios.

P.- ¿De pequeña era adicta a las rebajas y por eso se dedica a esto?

R.- (Risas) No, iba a las rebajas como todo el mundo. Cuando era estudiante tenía pocas pelas y en rebajas aprovechaba.

P.- Tres lugares de chollos estos días...

R.- Las Rozas Village, Hoss-Intropia y Ararat.

P.- Primer día de rebajas, madrugón y empujones ¿es tacañería o masoquismo?

R.- Creo que las rebajas son una obsesión. No acabo de entenderlo muy bien porque duran muchos días.

P.- ¿Qué sería capaz de hacer por quedarse con una prenda única?

R.- Nada. No me peleo por una prenda única porque hay tantas prendas maravillosas que no merece la pena.

P.- ¿Se ha llevado algo sin pasar por caja?

R.- Bueno (risas), eso son cosas de la adolescencia. Si mi madre se enterara...

P.- ¿Es pecado la avaricia en rebajas?

R.- Sí, un poco sí. No soy partidaria de comprar de manera abusiva. Mi consejo es comprar lo necesario y algún capricho.

P.- ¿La cuesta de enero del común de los mortales es su agosto?

R.- No, para nada. Mucha gente demanda los servicios de un personal shopper a principios de temporada. En rebajas es casi menos habitual.

P.- ¿Tiene muchas caras conocidas entre su clientela?

R.- Alguna que otra (risas), pero la mayoría es gente normal, anónima. Trato con personas de todo tipo y eso es, en parte, el encanto de todo esto.

P.- ¿A quién daría unos consejos prácticos por la cara?

R.- ¡Uff! Es que lo de criticar... Bueno, a Arancha de Benito, le cambiaría el peinado; a Esperanza Aguirre la modernizaría un poco; y a Jesús Vázquez le pediría que siguiera tan cañón (risas).

P.- Campaña electoral a la vista ¿no ha pensado dar el salto a la política?

R.- No, no, no me interesa para nada la política. Me gusta ayudar y asesorar a la gente, sin tener en cuenta que sean políticos o no. Ni me lo planteo.

P.- Claro, que hablar de política con un cliente, poco, no sea que se cabree...

R.- Pues sí. Mi trabajo consiste en que la gente se lo pase bien y que se lleve un grato recuerdo. Tampoco es un tema del que hable en mi vida habitual.

P.- Máximas de un buen personal shopper.

R.- Estar al día de las tendencias, intentar adaptarse a lo que pide cada persona y saber hacer pasar un buen rato.

P.- ¿Cómo le dice a alguien que le paga una pasta 'este pantalón te queda horrible'?

R.- (Risas) Con todo el cariño. Creo que las cosas, si las dices sin maldad y desde el corazón, no se reciben mal.

Origen. Madrid, 8 de octubre de 1969. Currículo. Hace cuatro años, montó su showroom, al que se puede ir a comprar ropa previa cita (móvil: 639 78 98 12). Ejerce de personal shopper desde hace un tiempo y colabora con Paz Herrera, que es asesora de imagen. Juntas organizan sesiones con grupos de chicas para enseñar a cada una «a sacarse el máximo partido». Aficiones. «El baile y el deporte en general». Debilidades. «Mi hijo y, gracias a Dios, poco más». Virtudes. «Tengo una paciencia de oro con la gente. Es difícil que me saquen de mis casillas». Defectos. «Cuando apuesto por algo, soy impaciente. Quiero que las cosas se hagan al momento y no siempre es posible».