El Ejército estadounidense efectuó, ayer, por segundo día consecutivo, varios ataques aéreos en el sur de Somalia contra islamistas pertenecientes -según Washington- a la red terrorista de Al Qaeda.
El portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, justificó los bombardeos como parte de la guerra contra el terrorismo. «Vamos a seguir comprometidos a reducir la capacidad de los terroristas allá donde estén y dondequiera que les encontremos», advirtió Whitman.
El portavoz del Departamento de Defensa confirmó la participación norteamericana tan sólo en uno de los dos ataques realizados desde el domingo.
Whitman dijo que la ofensiva aérea se produjo «en base a información fiable de los servicios de Inteligencia, que nos han llevado a pensar que había un líder principal de Al Qaeda en una zona donde pudo ser identificado y se pudo tomar acción contra él».
Whitman no especificó sin embargo el nombre, ni dio detalles sobre el resultado de la operación ni sobre las víctimas.
«El objetivo del ataque fue el principal líder de Al Qaeda en la región», se limitó a comentar. Whitman confirmó que la ofensiva del domingo fue ejecutada por las fuerzas especiales usando el avión AC-130 y que el objetivo fue el supuesto refugio terrorista en una isla cercana a la frontera con Kenia.
Whitman negó sin embargo la participación de soldados americanos en un segundo ataque con helicópteros. «Creo que he descrito todas las operaciones del Ejército norteamericano hasta ahora», replicó secamente a la pregunta directa sobre el ataque del lunes en la localidad de Afmadow, a 300 kilómetros al sur de Mogadiscio.
La información que precedió al ataque fue recabada por la Fuerza de Choque en el Cuerno de Africa, creada hace cinco años para interceptar a los militantes de Al Qaeda que huían de la guerra de Afganistán.
Intervenciones pasadas
Es la primera vez desde hace más de 10 años que las fuerzas norteamericanas intervienen militarmente en Somalia, un país en el que sufrieron una derrota humillante a comienzo de los años 90, informa Thomas Hofnung, del diario francés Libération.
Según testigos y responsables somalíes interrogados por la agencia France Presse, helicópteros norteamericanos habrían bombardeado una zona situada a 420 kilómetros al sur de la capital, cerca de la frontera con Kenia, la zona a donde se replegaron los combatientes islamistas, después de ser derrotados, a finales de diciembre, por el Ejército etíope y sus aliados somalíes.
Estos ataques aéreos habrían ocasionado 19 muertos, aunque agencias como Reuters hablaban de 27 personas fallecidas.
Desde los atentados de 1988 contra las embajadas americanas en Kenia y en Tanzania y de los atentados del 11-S, Washington no ha dejado de vigilar de cerca la situación en Somalia, temiendo que este país musulmán sin Estado desde el año 1991 se convirtiese en un santuario para los terroristas.
Mientras, el presidente somalí, Abdulá Yusuf Ahmed, declaró ayer que los estadounidenses tienen «derecho» a efectuar ataques aéreos contra miembros de Al Qaeda «en cualquier parte del mundo».
La UE, en cambio, criticó estos ataques que, a su juicio, no constituyen una solución «a largo plazo».
«No sabemos cuántos han muerto en el ataque, pero definitivamente han sido muchas personas», dijo por su parte el portavoz gubernamental somalí, Abdirahman Dinari.
Los residentes de las áreas cercanas a los ataques han asegurado que han muerto familias enteras, se han destruido hogares, devastado las cosechas y acabado con el ganado. Un testigo relató: «Los nómadas nos han dicho que vieron cadáveres en las áreas bombardeadas. Muchos de los muertos eran nómadas que cuidaban del ganado en las áreas de Kudha».
Terrorífica potencia de fuego
El AC-130 es un avión artillado equipado con armamento pesado. Incorpora cañones laterales con sofisticados sensores, además de sistemas de navegación y de control que lo dotan de una potencia de fuego muy precisa. Desarrollado por Boeing y Lockheed, este aparato es una variante del avión de transporte Hercules C-130, utilizado principalmente por la Fuerza Aérea de EEUU. En su variante más terrorífica, el AC-130H Spectre, incorpora cañones de 40 y de 105 milímetros. Puede volar durante largos periodos sobre su objetivo incluso durante la noche y en medio de condiciones climáticas adversas. Su historial de combate se remonta a la Guerra de Vietnam. Más recientemente, se ha utilizado en Afganistán e Irak.
