El escándalo propiciado por la polémica ejecución de Sadam Husein continúa su interminable saga después de que ayer se difundieran en internet dos nuevos vídeos que muestran su cadáver tras ser ahorcado, uno de ellos robado mientras el cuerpo descansaba en la morgue.
La primera filmación, de sólo 27 segundos, también parece tomada con un teléfono móvil y fue difundida a través de una página web conocida por sus simpatías hacia el ahora ilegal Partido Baaz, la formación del derrocado dictador. «Un nuevo filme del mártir inmortal, el presidente Sadam Husein», se lee en la dirección de internet.
Las imágenes exhiben primero el cadáver, cubierto por un sudario blanco y tendido sobre una camilla. Entonces se escuchan varias voces mientras quien porta el artilugio se aproxima al cuerpo y lo descubre. «Date prisa, date prisa. Voy a contar hasta cuatro. Uno, dos... nos vas a llevar a la catástrofe», dice uno de los presentes. «Un segundo, sólo un segundo, Abú Ali. Estoy terminando», replica quien parece portar la cámara. Una tercera voz afirma: «Abú Ali, tú te haces cargo de esto».
El cuerpo del antiguo autócrata tiene el cuello completamente quebrado, torcido en un ángulo de 90 grados a la derecha y una gran herida justo bajo la mandíbula. También se observan dos marcas en el rostro cuyo origen resulta difícil de determinar. El pasado domingo, la abogada libanesa Bushra Khalil, miembro del equipo de letrados que defendía al reo, exigió una investigación sobre los hipotéticos abusos que dijo habría sufrido el cuerpo del difunto y pidió que se exhumaran los restos de Sadam para realizarle una autopsia a tal efecto.
Otro integrante de la misma agrupación legal, el ex ministro de Justicia de Qatar, Nayib Nuaimi, aseguró en el diario Arrayah que testigos de la ejecución le habían dicho que varios de los verdugos bailaron alrededor del cuerpo y la emprendieron a patadas con el cadáver.
La misma jornada de su ejecución y posterior entierro, Abdulah Husein Yabara, vice gobernador de la provincia de Salahadin, donde se encuentra ubicada la villa natal de Sadam y donde fue enterrado, reconoció que el cuerpo presentaba señales en la cara, pero negó que fueran el resultado de ningún tipo de agresión.
En un segundo vídeo que fue emitido por Salahadin TV -la emisora de la citada provincia- también se ven con claridad sendas huellas en el rostro del difunto. Esta grabación se extiende durante casi 11 minutos y recoge el funeral de Sadam desde que su féretro llega por la noche a bordo de una camioneta hasta la pequeña aldea de Awja -donde es recibido por cientos de personas entre gritos de «¡Dios es grande!»- hasta que termina siendo enterrado en el hueco que excavaron en medio de la sala fúnebre.
El ataúd es transportado en medio de gritos histéricos hasta el salón, donde un clérigo reza una última plegaria antes de sepultarlo en la tumba que define a Sadam como un «héroe» y «mártir». Finalmente, los presentes sacan los restos humanos envueltos en una sábana blanca y lo depositan entre proclamas como «Adiós Aku Hadla» (Adios Hermano Hadla, una apelativo tribal al que se relaciona con el coraje).
El controvertido final de Sadam ha exacerbado la tensión sectaria en Irak al suscitar la indignación de la minoría suní, que todavía podría acrecentarse aún más si se lleva a cabo el ahorcamiento del hermanastro del difunto, Barzan al Tikrit, y del ex juez Awar Bandar.
Un alto funcionario iraquí, Ali Dabagh, reiteró durante la jornada que ambos serán ejecutados «en los próximos días». «Sólo hemos sufrido un retraso por motivos técnicos», añadió, reconociendo que lo acaecido con Sadam «ha creado una tormenta en las calles». Sin embargo, achacó tal incidente a «una sola persona, que ya ha sido llevada ante la Justicia. Lo que hizo fue un insulto».