BRUSELAS.-
El hijo menor de los reyes de Bélgica, el príncipe Laurent, admitió ayer que estaba al corriente de que el dinero con el que su consejero personal, el coronel Noël Vaessen, le ayudaba a decorar su casa procedía de la Marina, pero aseguró desconocer su origen fraudulento.
El príncipe, que en los años 90 no tenía suficientes ingresos para mantener la gran mansión que sus padres le habían regalado, insistió en que siempre ha confiado plenamente en la legitimidad de las acciones de su asesor.
«No miro la contabilidad de la Marina ni de otra institución. Pensé que Vaessen era competente. Hizo lo que pudo», dijo el príncipe durante su testimonio en el juicio que comenzó ayer en el tribunal correccional de Hasselt (este) contra 12 empresarios y altos oficiales de la Marina por supuestas facturas falsas y el desvío de fondos de esta institución del Ejército.
Se trata de una primicia en la historia judicial belga, puesto que nunca antes un príncipe había testificado en un caso de derecho común, informa Efe. El testimonio duró 16 minutos y el príncipe repitió en gran parte las declaraciones que hizo la noche anterior a la Policía como parte de la investigación del caso, que consistió en una fórmula encubierta para desviar más de dos millones de euros en fondos de la Marina con distintos fines, entre ellos la rehabilitación de la casa del príncipe.
Según los investigadores judiciales, se habría abonado en especie -muebles, electrodomésticos o trabajos de reforma- y por un valor de más de 175.000 euros los servicios prestados por el príncipe, quien tiene el cargo honorífico de teniente general de la Marina.
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