Un hombre fue asesinado ayer tarde en plena calle de Barcelona y a la luz del día después de recibir una cuchillada en el abdomen. La víctima fue trasladada en estado crítico, y posteriormente murió en el Hospital de Vall d'Hebron.
Los hechos, según explicaron diversos testigos, se produjeron sobre las 17.00 horas a la altura del número 113 de la Via Júlia, en el distrito de Nou Barris, cuando se inició una acalorada discusión entre tres personas. En un momento de la disputa, uno de los hombres clavó un cuchillo en el abdomen de la víctima.Algunos de los testigos aseguraron ayer que eran miembros de bandas juveniles, pero los Mossos d'Esquadra, que se han hecho cargo del caso, ni confirmaron ni desmintieron este extremo.
El hombre apuñalado quedó estirado en el suelo hasta que llegó la ambulancia, que le trasladó al Hospital de Vall d'Hebron, donde murió. El presunto agresor huyó en dirección a la calle Francesc Layret, mientras que la otra persona lo hizo en dirección contraria. Los efectivos de la Policía autonómica acordonaron la zona y recogieron datos de varios testigos para dar con los dos individuos.
Precisamente ayer, el conseller d'Interior i Relacions Institucionals, Joan Saura, reveló que a principios de diciembre ya acordó con el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, que en el año 2009 se incrementarán los agentes de la policía autonómica destinados en la capital catalana.
Hereu anunció el martes que pedirá al Departament d'Interior un mayor número de Mossos d'Esquadra para la capital una vez que haya finalizado el despliegue de la Policía autonómica en el resto del territorio catalán, previsto para el 2008. El alcalde dijo que, hasta el momento, el modelo de seguridad puesto en marcha con el despliegue en Barcelona de 3.614 agentes -en noviembre de 2005- «ha aguantado», pero añadió que la ciudad necesitará más agentes, «no sólo por población» sino también por cuestiones de «delincuencia, centralidad o capitalidad». Hereu subrayó que, en el caso de que en los próximos meses surgieran nuevas necesidades, anticiparía esta petición a la Generalitat y pidió una mayor implicación de la Policía autonómica en las tareas de cumplimiento la ordenanza de civismo.
En un desayuno con periodistas, Saura explicó ayer que el alcalde fue la primera autoridad con la que se reunió a los pocos días de tomar posesión de su cargo y que ya entonces acordaron que en el 2009, de la primera promoción de mossos que salgan de la Escuela de Policía tras culminar el despliegue en toda Cataluña, una parte irá destinada a Barcelona.
Saura no cuantificó el número de agentes, pero dijo que «de los 3.000 agentes que se formarán tras culminar el despliegue hasta alcanzar los 18.000, a partir del 2009 se irán distribuyendo según las necesidades territoriales y poblacionales y evidentemente una parte vendrán a Barcelona».
«Este ya era una acuerdo no público que el alcalde y yo ya teníamos», señaló Saura, que no quiso replicar a la otra petición de Hereu de que los Mossos se impliquen más en las tareas de vigilancia del cumplimiento de la ordenanza sobre civismo.
Según el conseller, estos asuntos tienen que tratarse en reuniones institucionales o en el consejo de seguridad, y no en los medios de comunicación.
«Puede que no haya sido el mejor escenario para hacerlo (las reivindicaciones del alcalde), pero no pasa nada», añadió Saura.