ANTONI RUBIO
VALENCIA.-
El parque natural del desierto de Les Palmes sufrió ayer un grave expolio natural, tras el robo de 94 tortugas de una especie amenazada. Los ladrones seleccionaron meticulosamente todos los ejemplares de Testudo hermanni, una especia protegida de tortuga mediterránea, muy cotizada en el mercado negro de animales, que llegó a darse por desaparecida a finales de los años 90 en Castellón.
Los biólogos de Mas de les Tortugues, el centro donde vivían los ejemplares sustraidos, confirmaron ayer que el objetivo del robo es la venta de los animales en el mercado negro, ya que los ladrones descartaron otras especies menos valiosas. De hecho, la Testudo hermanni, conocida como tortuga mora, puede llegar a alcanzar un precio de 300 euros en las redes de venta ilegal de animales, lo que la convierte en un objetivo apetecible para los traficantes.
No obstante, los ejemplares robados están marcados y censados por los expertos de la Conselleria de Territorio, en concreto, con dos pequeñas muescas en la parte delantera derecha del caparazón. Por este motivo, el conseller Esteban González Pons hizo un llamamiento para que no se adquieran estos ejemplares «porque lo único que se consigue es abocarlas a la extinción».
El conseller de Territorio comparó la «gravedad»del robo «como si se tratase de un cuadro del IVAM o del San Pío V». Es más, González Pons aseguró que la sustracción de las tortugas «es aún peor porque se está traficando con seres vivos». «Comerciar con especies amenazadas o en peligro de extinción es un delito recogido por el Código Penal que se castiga con penas de hasta dos años de prisión», recordó el conseller, quien añadió: «Aquellos que compran animales protegidos son cómplices del mismo delito».
Territorio ya ha presentado la correspondiente denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y, además, ha anunciado que reforzará la vigilancia en los centros de fauna de la Comunidad Valenciana. El Consell ha reconocido la dificultad de proteger físicamente a unas especies que, por su valor ecológico y su grave riesgo de extinción, necesita un esfuerzo extraordinario.
La Testudo hermanni, en concreto, está sometida a un plan de recuperación desde 2005, después de que se determinara la práctica desaparición en Castellón de la tortuga autóctona a finales de los noventa, aunque se encontraran nuevos ejemplares años después. La cesión de individuos por parte del Gobierno balear y el arduo trabajo de la cría en cautividad había permitido incrementar la población en las demás provincias de la Comunidad Valenciana.
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