Las primeras cabezas ya han rodado. Fabio Capello habló ayer de medidas disciplinarias, de jugadores que no sudan la camiseta y de otros lugares comunes. De fútbol no hubo una sola referencia. Los evidentes problemas de juego no se presentan como una de sus principales preocupaciones. Prefiere sacar el látigo y, si no funciona, la guillotina. Los sentenciados, los que van a jugar poco o nada, ya se van conociendo. Ronaldo y Beckham no viajaron a Sevilla para el partido de Copa ante el Betis. Tampoco Míchel Salgado y Cassano. Ni Mejía ni Pavón.
Hay jerarquías entre los apestados. La intención del técnico es que Ronaldo y Cassano no vuelvan a jugar más en el equipo, hasta el punto de que preguntó al club si era posible apartarlos. Se le indicó que la reglamentación lo impide, pero la petición es clara. Hay que venderlos de inmediato porque, a su juicio, son nocivos para la institución. Beckham no le molesta, pero tampoco considera prioritaria su continuidad y ayer comenzó a demostrarlo dejándole fuera de la convocatoria. No quiere que renueven al inglés, que, por supuesto, no va a jugar mucho de aquí al mes de junio. El caso de Salgado es de rendimiento deportivo. Le ha decepcionado en los últimos partidos y quiere darle un largo descanso.
El italiano mostró ayer su lado más cruel con Ronaldo. Insistió en que no quería personalizar cuando le preguntaron si se iban a cortar cabezas, pero después de admitir que entraría gente joven, como Higuaín, que debutará, y Gago, que confirmará alternativa, sacó a pasear el látigo para firmar la sentencia de muerte del brasileño.
Fue cuando le preguntaron si el delantero había cambiado su actitud: «Ronaldo se entrena como siempre, regular». En días anteriores, Mijatovic comentó que el brasileño había adelgazado unos cuantos kilos, pero no los suficientes, y admitió que no se descartaba su presunta salida en enero. Se filtró que el brasileño había llegado en precario estado a algún entrenamiento junto a Robinho. Si Ronaldo presentara una denuncia por mobbing tendría muchísimas posibilidades de ganarla.
Capello hace su criba entre los que menos juegan. Los que más minutos acumulan y más participación han tenido en la desastrosa temporada siguen teniendo pase de pernocta y titularidad asegurada. Sus prioridades están claras. Quiere soldados fieles, pero él mismo tuvo que reconocer ayer que no toda la plantilla está con él: «Creo que la mayor parte está conmigo», dijo. No pudo referirse a la totalidad de un vestuario que, salvo contadas excepciones, está indignado por las acusaciones salidas desde el club y por las medidas disciplinarias en las que insiste su técnico. La tensión en el vestuario puede cortarse con un cuchillo, una señal del fracaso de un entrenador al que se fichó como especialista en lidiar con todo tipo de futbolistas e imponer su autoridad. De los resultados deportivos tampoco puede presumir.
El italiano afirma que tiene la situación controlada y, de momento, cuenta con el respaldo de la cúpula para tomar medidas. «En los dos últimos partidos hemos perdido el carácter y las ganas. Esto es lo que más ha fallado. Cuando llegué aquí hablé de sufrir y luchar por la camiseta y no lo vi en los dos últimos encuentros perdidos. Por eso tomaremos medidas importantes. Sí, los técnicos también tenemos nuestra parte de culpa, pero el caso es que los jugadores no han tenido las ganas suficientes. Y en el Bernabéu les está pesando mucho la camiseta. Aquí se tiene que meter el pie, defender el escudo. Veremos lo que se hace con los que no lo hagan».
El técnico negó que haya pensado en marcharse: «En mi cabeza está descartada la palabra dimisión. Vamos a hacer cosas diferentes a partir de ahora. No soy feliz porque yo sólo soy feliz cuando gano».
Al margen de la decisión sobre los defenestrados, Capello medita conceder descanso a Raúl ante los verdiblancos. Y habrá nuevas sorpresas cada día. Lo que probablemente no sea modificado es el estilo de juego. El técnico no siente que se haya equivocado con su fútbol. Algunos jugadores piensan que ése es el drama.
CONFUSION CON EL INGLÉS
A primera hora de la tarde de ayer, las agencias informan de unas supuestas declaraciones de Mijatovic a Sky Italia, en las que el director deportivo del club blanco habría dicho que el Real Madrid no renovaría el contrato de Beckham.
El club sale al paso de inmediato y advierte de que no se ha tomado ninguna decisión y que la negociación continúa. En el mismo sentido se expresan los representantes del jugador.
Tras escuchar las declaraciones de Mijatovic se confirma que todo fue fruto de un malentendido. El periodista italiano pregunta si David Beckham renovará. Y el montenegrino contesta: «No, todavía no ha renovado».
Mijatovic dice que confían en Capello, y admite que Cassano puede irse al Inter. En cuanto a Beckham, hoy se producirá una reunión para hablar de las negociaciones.