RAYO VALLECANO 0
SEVILLA 0
Javi Muñoz
Coke
Amaya
Mainz
Llorens
Yuma
Enguix
J. Alvarez
Albiol
Míchel
Mauri
Cambios: Zazo por Enguix (min. 46)
D. Torres por Coke (min. 61)
Collantes por Míchel (min. 72)
Cobeño
Hinkel
Aitor Ocio
Dragutinovic
Puerta
Martí
Maresca
Duda
Fernando Sales
Chevantón
Kepa
Cambios: D. Alves por F. Sales (min. 61)
Alfaro por Chevantón (min. 61)
Renato por Hinkel (min. 69)
Arbitro: Pérez Lasa
Tarjetas amarillas: Mainz; Aitor Ocio, Maresca.
TERESA RIVERO. 10.000 ESPECTADORES.
El mejor equipo del mundo en 2006 comenzó su reinado en Vallecas con una noche anodina. El sopor se adueñó de un Sevilla hasta ayer exquisito con el balón pero que, ante el Rayo, apenas enlazó una jugada con sentido. Fruto, sobre todo, de lo poco implicados que se mostraron algunos de los jugadores. Los rivales no se limitaron a apagar los escasos fuegos que Chevantón provocó, sino que cercaron a Cobeño en la segunda mitad, aunque sin crear ocasiones claras. Algo meritorio para el único equipo de Segunda B en la Copa.
El Sevilla tiene jugadores que no quieren ganarse el puesto en el once titular. Es el caso, por ejemplo, de Fernando Sales. Ayer volvió a defraudar. Ni una sola internada por la banda derecha, pocos pases con sentido y una aptitud lejana a la que se le exige. Todo ello hizo que nunca apareciera en el Teresa Rivero. Además, Duda, eternamente renqueante por las lesiones, tampoco puso la chispa necesaria por el otro costado. Por ello, ni Kepa ni Chevantón dispusieron jamás de balones claros para superar a Javi Muñoz.
Espacios. Juande Ramos no repitió a ninguno de los titulares presentes en La Romareda y, a pesar de ello, el centro del campo estuvo comandado por Martí y Maresca, la dupla que llevó al Sevilla a ganar la UEFA. Ninguno de los dos supieron hacerse con las manijas de la medular. El poco espacio que quedó, debido a las defensas tan adelantadas, impidió que uno y otro equipo dieran más de cinco pases seguidos.
No obstante, fueron muchos los acercamientos sevillistas en los primeros 45 minutos. Pero quedaron ahí, en meros sustos, ya que sólo fue entre los tres palos un remate de falta de Chevantón, desde 30 metros, que se lo tragó un Javi Muñoz muy adelantado, y que acabó en el larguero (minuto 13).
El susto del Rayo Vallecano surgió al filo del descanso. Una internada de Mauri acabó en un centro medido al que Julio Alvarez no llegó por los pelos. Cómo sería el encuentro que ni siquiera Pérez Lasa, árbitro-protagonista cada vez que hace acto de aparición, tuvo sus minutos de gloria. Anodino e insufrible.
El zapatazo con el que Chevantón dio la bienvenida a la segunda parte fue lo más cerca del gol que estuvo el Sevilla hasta el final. La defensa blanquirroja se convirtió en un flan, con un Ocio desarbolado, lo que propició que Míchel o Julio Alvarez se aproximaran con peligro.
Lo positivo fue que Cobeño se limitó a seguir el balón desde lejos por la inoperancia ofensiva rival. Aún así, los de Mel consiguieron encerrar en su área al Sevilla. Torres tuvo el 1-0 con un remate de cabeza que no acertó a colocar. El Sevilla de la reanudación, lamentable. Y Alves dio el susto por un tirón que no le impidió acabar el partido.