El barbado sultán, con túnica bordada en oro y turbante blanco, camina orgulloso por el pasillo de acceso a la tribuna de una atestada sala de prensa. A prudente distancia, en el lujoso Salón Real del Hotel Ritz, se sitúan su pequeño séquito y los guardaespaldas, con minúsculos audífonos. Mohammad Al-Qortasi Al-Noaimi, respaldado por los petrodólares, es el nuevo mecenas del ciclismo. El embajador de los Emiratos Arabes en España ha decidido apostar por este maltratado deporte como soporte publicitario para mostrar las excelencias de Abu Dhabi como destino turístico. Como no podía ser de otra manera, el político del país de las dunas doradas y granates, actúa contundentemente a golpe de talonario.
Mientras que los tradicionales patrocinadores huyen del ciclismo, en el estado con una renta per cápita imposible y donde abundan los hoteles de siete estrellas se continúa creyendo en el poder cautivador de una actividad castigada por los escándalos de dopaje. Y es que ayer se anunció la puesta en marcha de una revolucionaria prueba organizada por Unipublic y la empresa Kenzay, con sede en la capital de los Emiratos Arabes, que responde al nombre de Abu Dabhi Cycling Race of Champions, que se estrenará en la primera semana de noviembre. El gran atractivo de esta competición radica en sus fabulosos premios, sin parangón en la historia del ciclismo. El ganador de la carrera percibirá un millón de dólares (casi un millón de euros); el segundo, 60.000 dólares, y el tercero, 30.000 dólares. También se otorgarán recompensas a los tres primeros clasificados de cada etapa (15.000, 10.000 y 5.000 dólares, respectivamente).
La prueba, a modo de los criterium, constará de tres etapas, en las especialidades de línea, montaña y contrarreloj. Las dos jornadas tendrán un recorrido inferior a los 100 kilómetros, con lo cual se garantiza que ninguna escuadra pueda ejercer un control absoluto de la carrera. La intención de Unipublic y del Ministerio de Turismo de los Emiratos Arabes es que participen los ciclistas más sobresalientes de año. Asistirán nueve equipos con ocho unidades cada uno. Tendrán garantizada su presencia las escuadras de los ganadores individuales -siempre que participen ellos mismos- y por equipos del Tour, Giro y Vuelta. El resto correrán en calidad de invitados.
En el precario mercado ciclistas, donde se renuevan contratos a la baja, ahora surge esta innovadora iniciativa. Un oasis de derroche. Cada equipo podrá invitar a 12 personas, con alojamientos en hoteles de primera categoría, con playas, piscinas, spa, frondosos jardines... También puede viajar y alojarse gratis un familiar por cada uno de los miembros del equipo. Para los traslados por la ciudad, la organización cederá a cada grupo dos coches oficiales, un vehículo comercial para el traslado del material y un microbús. Lujo y dispendio para despedir la temporada.
La caravana que siga la carrera estará integrada por varios miles de personas, y el próposito de Unipublic es que la Abu Dabhi Cycling Race of Champions se dispute, por lo menos, durante cinco años. En los Emiratos Arabes desean que tenga continuidad, como ha sucedido en los últimos años con los torneos de golf, motos o reuniones atléticas.
Víctor Cordero, director deportivo de Unipublic, dijo que el objetivo de esta carrera es «mundializar el ciclismo, generar pasión, incrementar el número de participantes y confirmar que el ciclismo es un buen soporte publicitario».
El sultán reconoció que esta prueba traspasa el mero aspecto competitivo: «Esta carrera es mitad deporte, mitad publicidad. Nosotros queremos mostrar la hospitalidad de los Emiratos Arabes y sus atractivos turísticos».
En la presentación, a la que sólo asistió un ciclista, Carlos Sastre, ni Ignacio Ayuso (director general de Unipublic) ni Tarek El-Kays (director de Kenzay) pudieron confirmar el presupuesto económico de la carrera, pero aseguraron que será de varios millones de euros.
Un interesante proyecto, que según sus interesados, podría ser torpedeado por los responsables de la Unión Ciclista Internacional. Cuestión de poder, influencia y reparto de beneficios.