Un día antes de entrar en tierras mauritanas, donde las peligrosas y selectivas dunas harán acto de presencia e irán definiendo la clasificación final, Carlos Sainz y Marc Coma dominan con generoso margen el Dakar. El piloto de Volkswagen sumó ayer su segunda victoria de etapa -la sexta desde su debut, el pasado año- y amplió su ventaja hasta algo más de tres minutos respecto al segundo clasificado, su compañero de equipo Giniel de Villiers (tercero ayer), en una general en la que el equipo de la marca alemana copa los tres primeros puestos de la general.
Sainz, quien confiesa que todavía se encuentra en fase de aprendizaje, aprovechó las rápidas y pedregosas pistas localizadas entre Ouarzazate y Tan Tan (325 kilómetros), en las que dada su condición de bicampeón del mundo de rallys se siente mucho más cómodo que en las dunas, para pisar a fondo el acelerador e imprimir un ritmo difícil de seguir.
«Ha sido un día duro, con muchas piedras. ¡Nunca he visto tantas piedras juntas! El ritmo fue bueno, esquivamos todas las piedras posibles y la táctica dio resultado», explicó el piloto madrileño, quien cree que el Dakar de verdad comienza hoy, con la entrada en Mauritania. «Mi falta de experiencia en las dunas puede jugar un papel importante; nunca sabes lo que hay al otro lado», comentó con precaución, aunque no muy contento con la idea de tener que abrir hoy la carrera: «No tengo más remedio».
Stéphane Peterhansel, ganador de seis ediciones del Dakar, comienza a remontar posiciones en la general -ya es séptimo- después de la segunda plaza lograda ayer, aunque el piloto de Mitsubishi mejor situado es Nani Roma, en cuarta posición. El ganador en la categoría de motos en la edición de 2004 sufrió ayer un pinchazo en los primeros kilómetros. Mientras cambiaba la rueda, fue adelantado por De Villiers y tuvo que recorrer toda la cronometrada tras el rastro de polvo dejado por el sudafricano para terminar quinto.
Pese a que los pilotos de motos no pudieron disfrutar de asistencia mecánica al término de la cuarta etapa, Isidre Esteve superó los problemas de neumáticos y frenos para imponerse ayer sobre el líder Marc Coma, al que recortó casi dos minutos en la general. Ambos llegaron juntos a la meta de Tan Tan después de que el ilerdense, que salía en segunda posición, diese caza al vigente campeón del Dakar tras haber recorrido los primeros 60 kilómetros. Ambos llegan a Mauritania separados por una distancia de casi 10 minutos de diferencia.
«Si haces todo bien y un rival te gana, tienes un problema y tienes que preocuparte. Si eres tú el que comete el error, entonces tienes que analizarlo de forma fría y no preocuparte tanto, sólo trabajar para que no se repita», aseguró Esteve después de perderse en la anterior etapa y perder unos minutos preciosos.
Coma y Esteve, los principales favoritos para hacerse con la victoria final, son conscientes de que el título se lo jugarán en Mauritania. «En los últimos años es donde se decide el Dakar. Es muy difícil, hay dunas, en la navegación no tienes referencias y es fácil perderse», aseguró el piloto del equipo Gauloises KTM.
Coma confesó que la pérdida de ventaja en la general no le preocupa. «Nos habíamos marcado como objetivo pasar Marruecos sin perder tiempo y lo hemos logrado porque estamos en los puestos de cabeza», afirmó para quitarse lastre en su condición de favorito: «No podemos descartar a nadie porque ni siquiera hemos empezado Mauritania. A partir del día de descanso [el próximo sábado] habrá una selección hecha».
Quien parece haber perdido su estatus de favorito es Cyril Despres, vencedor en 2005. Víctima de innumerables problemas mecánicos, el francés se encuentra a más de 45 minutos del líder.
