Aunque Suecia, al igual que el resto de Europa, ha registrado temperaturas altas históricas, en Aare ha nevado lo suficiente y ha hecho frío en las últimas semanas, por lo que la zona de competición «está en condiciones excelentes y lista», afirmaron los organizadores en un comunicado. Las zonas bajas de las pistas aún necesitan «unos días de preparación», pero podrán estar listas para los Campeonatos.

«Teniendo en cuenta las condiciones actuales y el pronóstico del tiempo, confiamos en superar el control de nieve que el próximo 19 de enero realizará la Federación Internacional de Esquí», afirmó el director ejecutivo de los Campeonatos, Lasse Lindqvist.

Menos suerte van a tener los organizadores de la Copa del Mundo. Las pruebas previstas para los días 20 y 21 de este mes en la estación francesa de Chamonix -descenso y súper-combinada- se han cancelado debido a las adversas condiciones meteorológicas, que ponen en peligro también las citas de Wengen (Suiza) y Kitzbuehel (Austria).

Las altas temperaturas han obligado a la suspensión de las carreras de Chamonix -ya que no se puede garantizar la correcta preparación de las pistas-; la lluvia no garantiza las de Wengen y la escasez de nieve es el motivo de preocupación en Kitzbuehel.

Esta última cita, la de Kitzbuehel, supone el fin de semana estelar de la temporada, ya que engloba un descenso, un súper-gigante, un eslalon y una combinada. Todas están previstas inicialmente entre los días 26 y 28 de este mes, pero tendrán que ser confirmadas por la FIS la próxima semana.