Con todo el foco político y mediático centrado exclusivamente en el terrorismo, con el fallecimiento de Alfonso Perales -el verdadero canalizador en el partido de toda la política autonómica desde que llegó a la Ejecutiva Federal en 2004- y con un orden del día importante pero descontextualizado en tiempo y forma, el PSOE afronta con cierta apatía la III Conferencia de Presidentes.
De hecho, muchos de sus dirigentes políticos no tenían este encuentro ni en su agenda ni en su cabeza. Y, además, su mínima preparación ha tenido que recaer en las espaldas del portavoz socialista, Diego López Garrido, que cada vez está en más frentes políticos.
Sin embargo, el PSOE afronta con tranquilidad la Conferencia de Presidentes, donde no se prevén grandes divergencias internas, ni siquiera en el tema del agua.
Según fuentes consultadas, en esta materia la gran propuesta del Ejecutivo será una modificación a fondo de las Confederaciones Hidrográficas, dando participación a las Comunidades Autónomas. Este proyecto, formulado en la primera Conferencia por el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, es asumido a día de hoy por la mayoría de las federaciones socialistas.
De hecho, un miembro de la dirección del PSOE dijo a EL MUNDO: «No tiene sentido que el 90% del Guadalquivir pase por Andalucía, y su Gobierno autonómico no tenga competencias en la materia».
La intención del PSOE, además, es no sacar el tema de los trasvases en el debate, aunque advierten de que si el PP lo aborda, entrarán abiertamente.
En este sentido, fuentes de la dirección del PSOE indicaron que, por primera vez en muchos años, hay mayor división en el PP, y recordaron que los populares de Castilla-La Mancha o de Aragón están posicionados igual que los socialistas sobre los trasvases.
No obstante, el PSOE se propone buscar la paz en la llamada 'guerra del agua', y cree que se pueden dar las condiciones para alcanzarla.
En cuanto a inmigración -el segundo gran tema de la Conferencia- el objetivo socialista es mejorar las fórmulas de colaboración entre las propias Comunidades Autónomas, y entre éstas con el Estado. La acogida de menores será uno de los puntos más problemáticos.
En cuanto al tercer punto del orden del día -Investigación, Desarrollo e Innovación (I+d+i)- no se descarta que el Gobierno pueda dar importantes ayudas económicas, provenientes del pacto que se alcanzó con la Unión Europea.
De hecho, el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, afirmó ayer que el Gobierno llevará «propuestas concretas» para tratar de lograr «grandes pactos» en cada uno de los tres temas de debate.