Saura, que mantuvo ayer por la mañana un encuentro con periodistas en Barcelona, reconoció que el dispositivo Sedàs, que montó la Policía autonómica en mayo después de que se registrara un aumento de los asaltos a viviendas, se ha llevado a cabo gracias a la participación de los agentes en las horas extra. No obstante, cuando EL MUNDO preguntó la semana pasada por esta circunstancia, desde los Mossos d'Esquadra se negó tajantemente este extremo, lo que fue ayer contradicho por el propio Joan Saura. Fueron diversos los agentes y cargos de la Policía catalana los que extraoficialmente ya aseguraron hace días que este operativo se paga con horas extra.

Saura señaló ayer que durante el pasado año, el gasto de Interior en horas extra de sus agentes fue de más de ocho millones de euros (7.848.000 euros hasta el 31 de noviembre), lo que supone un espectacular crecimiento respecto a otros años. En total se llevaron a cabo 453.000 horas extra, gran parte de las cuales se invirtieron en la vigilancia de viviendas.

En este sentido, el consejero admitió que este número de horas equivale al servicio de unos 300 agentes.

Una de las razones del repunte de los asaltos a viviendas que se ha producido en las últimas semanas en Cataluña es que en muchas comisarías se ha suspendido el operativo Sedàs por falta de fondos. Este dispositivo se llevó a cabo gracias a la colaboración de los agentes que se apuntaban a esta posibilidad -jornadas nocturnas de nueve horas- que cobraban en sus nóminas del mes siguiente.

A pesar de que en sólo un mes este dispositivo permitió la detención de 56 ladrones de casas, en cuanto la alarma social fue descendiendo, también lo hizo el operativo, aunque la por entonces consejera de Interior, Montserrat Tura, se comprometió públicamente a que estas vigilancias especiales se llevarían a cabo hasta que fueran detenidas todas las bandas que operan en Cataluña.

Ni cuando se presentó el plan de choque para atajar la ola de asaltos, ni cuando se presentaron las cifras, se explicó que este operativo dependía de los fondos para horas extra. No fue hasta la semana pasada cuando diversos policías denunciaron a EL MUNDO que la política del Departamento de Interior «demuestra que lo que les importa no es la seguridad pública sino la imagen».