Jorge Suárez Pérez, policía nacional de 27 años, murió ayer por la mañana atropellado por un camión cuando circulaba con su moto de policía en una persecución en el distrito de Villaverde, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid. En el momento del percance el agente y un compañero viajaban en dirección contraria por un ramal que conecta la A-4 con la M-45. Ambos decidieron tomar ese atajo para cortar el paso a un fugitivo que huía a la carrera desde el poblado de El Salobral tras saltarse un control policial con una furgoneta robada.
Pero el conductor del camión no vio la llegada de las dos motos policiales pese a que iban con los luminosos de emergencia y arrolló al policía que intentaba circular pegado al arcén, según los testigos. Además, en ese momento había en la zona una intensa niebla que pudo contribuir al infortunio. El agente Suárez murió en el acto. Posteriormente la Policía consiguió detener al fugitivo cuando trataba de robar un coche a punta de navaja. Se trata de Moisés Aragoneses Pérez, de 30 años, arrestado en siete ocasiones y con una orden de detención y personificación en el Juzgado de Instrucción número cuatro de Fuenlabrada.
El agente sólo llevaba tres meses de policía en la comisaría del distrito de Usera-Villaverde. Éste era su primer destino como agente desde el pasado 1 de noviembre tras realizar en este distrito las prácticas durante el año pasado. Su padre trabaja en el grupo de escoltas de la Policía Municipal y su hermano también es agente local en el Ayuntamiento de Madrid. El progenitor se enteró ayer de la tragedia cuando se encontraba en la presentación de la última promoción de agentes de la Policía Municipal.
Control policial
Todo se inició a raíz de un control policial en la entrada del poblado chabolista de El Salobral formado por agentes del distrito de Usera y por la unidad de motos (Alazanes). Eran las 09.20 horas. En ese momento se aproximó una furgoneta Mercedes Benz sospechosa con un solo ocupante. Los agentes pidieron al conductor que se identificase. Sin embargo, el individuo no hizo caso a los agentes y logró saltarse el control, arremetiendo en su huida contra una de las motos. La furgoneta continuó su trayecto por el interior de El Salobral, donde arrolló a una segunda moto de la Policía. Más tarde se averiguó que la furgoneta había sido sustraída horas antes en un polígono industrial.
El conductor, que llevaba en el interior de la furgoneta dos perros, dejó aparcada la furgoneta cerca de una chabola. Dos agentes de la comisaría de Villaverde consiguieron localizar el vehículo, que tenía un golpe en la zona frontal. Cerca de este punto vieron cómo el sospechoso se dirigía hacia la Autovía de Andalucía junto a dos perros pitbull. Al acercarse los policías, el sospechoso, Moisés, salió y les azuzó a los dos perros de raza. Ambos fueron mordidos en los pies y en los tobillos por los animales. Moisés blandía entre sus manos un cuchillo y trataba de robar algún vehículo a punta de navaja.
La secuencia de estos hechos fue transmitida por la emisora de radio de la Policía. De esta manera fue como el agente de proximidad Suárez y su compañero recibieron el aviso de que el hombre huía en dirección a la A-4. En ese momento circulaban los policías por la M-45 y decidieron encender los rotativos de emergencia y colarse, en dirección contraria, por un ramal de acceso a la A-4.
Cada uno de los agentes se situó a ambos lados del arcén en dirección contraria, en una zona en pendiente y de escasa visibilidad debido a la niebla. En ese momento, un camión que transitaba por la M-45 pudo evitar al primero de los agentes, pero arrolló al scooter de Jorge Suárez, que iba por la parte izquierda de la carretera.
El conductor del camión, un Renault de 3.500 kilos de peso y 15 años de antigüedad, aseguró que no vio al policía.
Mientras tanto los dos agentes heridos por los perros conseguían detener al sospechoso, Moisés A. P, de 30 años. Se le acusó de atentado a la autoridad y robo con violencia e intimidación. Asimismo sobre él pesaba una orden de detención y personificación en el Juzgado de Instrucción número cuatro de Fuenlabrada. Moisés ya había sido detenido en anteriores ocasiones por dos robos o hurtos de uso de vehículos, cuatro robos con fuerza en las cosas y un delito por la seguridad del tráfico.
El policía fallecido, Jorge Suárez Pérez, afiliado a la UFP, tenía novia y se acababa de comprar un piso. Era un avezado conductor de motos, montaba desde hacía muchos años, y un enamorado del trabajo policial. Un compañero suyo del aula abierta de la comisaría de Getafe explicó ayer en elmundo.es: «Lo recuerdo con muchas ganas de trabajar, de meterse en los sitios más problemáticos, sin importarle el peligro que hubiera, como la mayoría de los que entramos, que lo hacemos con ganas e ilusión».